Arica (Chile) (AFP) – Luego de más de tres años de construcción y fracasados intentos de lanzarla al mar, este miércoles zarpó la Viracocha III, una balsa de totora (juncos) en la que un grupo de aventureros pretende arribar a Australia para replicar una antigua travesía.
De 19 metros de largo, cinco de ancho y dos de altura, la balsa partió a las 14H15 locales (18H15 GMT) con ocho tripulantes rumbo a Australia desde la playa Chinchorro de la ciudad de Arica, unos 2.800 km al norte de Santiago, constató un fotógrafo de la AFP.
Por orden de las autoridades marítimas locales, la balsa debió ser remolcada por otra embarcación unas cinco millas mar adentro, desde donde ya estaba autorizada a levantar las velas con las que pretende llegar a Australia en unos cinco meses más.
El 20 de febrero la Viracocha III había sido botada al agua frente a un centenar de personas, tras ser jalada al mar por una retroexcavadora. Este miércoles, la balsa zarpó casi en solitario.
La tripulación va al mando del estadounidense Phil Buck, quien vive su tercera experiencia a bordo de una de estas balsas.
En 2003, Buck, había zarpado en la Viracocha II desde el balneario de Viña del Mar (centro de Chile) rumbo a Sidney. Tras 75 días, debió abortar la misión en Isla de Pascua, un territorio insular chileno ubicado en medio del océano Pacífico, a unos 3.500 km del continente.
Dos años antes, la Viracocha I tuvo un exitoso viaje entre Arica y la Isla de Pascua, habitada por indígenas de la etnia rapanui.
La tripulación está compuesta además por navegantes provenientes de Chile, Bolivia, Inglaterra, Ucrania, Dinamarca, Sudáfrica e Italia.
– Construcción ancestral –
La travesía busca replicar los viajes realizados por el navegante noruego Thor Heyerdah en 1947 desde puertos peruanos hasta el archipiélago Tuamotu, en la Polinesia, a 8.000 kilómetros de distancia; y el español José Kitín Muñoz en 1999, cuando atravesó con éxito el Pacífico en una balsa de totora desde Arica.
La Viracocha III comenzó a ser construida en 2016 en Bolivia por expertos artesanos de la etnia Aymara, que usan este tipo de embarcaciones desde tiempos ancestrales para navegar sobre el lago Titicaca que comparten Bolivia y Perú.
En febrero de 2017, la balsa llegó hasta la ciudad de Arica y se terminó de construir casi dos años después, tras sortear varios problemas en su estructura, que en su parte superior tiene tres mástiles y dos cabinas: una que sirve como dormitorio y la otra de cocina, comedor y sala de navegación.