Madrid (AFP) – Viajes cancelados, alivio por volver a casa, y sobre todo, muchas mascarillas para protegerse del nuevo coronavirus. La preocupación y la ansiedad eran evidentes este martes entre numerosos turistas latinoamericanos en el aeropuerto de Madrid.
«Alcohol, alcohol y alcohol, mucho lavarse las manos, y evitar estar cerca de las demás personas», dice a modo de mantra Mónica Sánchez, una médica costarricense de 30 años, que llegó a Madrid con tres amigas suyas y decidió con ellas que ya no quieren pasar por Roma.
«Me da pánico» el virus, abunda angustiada María Benítez, una jubilada procedente de las islas Canarias que se disponía a regresar a México, donde reside desde hace muchos años. «¡No te acerques mucho a la gente, mantén el espacio!», le dice a su marido, que empuja el carrito con las valijas.
Cerca de ella, una empleada de la aerolínea española Iberia reconocía que hay menos pasajeros que lo habitual.
Madrid y su región son el área más afectada en España por la epidemia de coronavirus, con 782 de los 1.622 casos anunciados a nivel nacional, y 21 fallecidos, según las autoridades regionales.
Muchos de los turistas latinoamericanos consultados por la AFP tenían previsto viajar por varios países de Europa, y se han visto sorprendidos por el avance del virus en España y también en Italia, el país más afectado del viejo continente.
– «Regresar lo antes posible» –
«Estamos tratando de regresar lo antes posible a la Argentina», cuenta Sergio Rodríguez, con una mascarilla sobre la boca, como su novia Lucía de Pablo.
La joven pareja planificó su viaje hace seis meses, e inicialmente preveían quedarse hasta el 1 de abril en Europa, con etapas en Madrid, Roma y París. Pero la epidemia de coronavirus los sorprendió en la capital italiana.
Este lunes por la noche, después de que el gobierno de Giuseppe Conte anunciara el confinamiento de toda la población en Italia, Sergio lo tuvo claro: «compramos el primer billete que encontramos para venirnos de Roma a acá», porque «lo que vemos en Italia va a pasar en el resto de Europa, y esto no se va a mejorar».
Rafael Romero, un médico generalista bogotano de 28 años, llegó este martes a Madrid también con su novia, y no tiene claro que vaya a viajar a Italia. «Creo que vamos a anular. El riesgo es mayor», dijo.
Su compatriota Álvaro Pantoja, quien arribó con su madre, su hermana y otros allegados desde Cartagena de Indias, todos con sus mascarillas, se planteó anular su primer viaje a Europa. Pero optó por el pragmatismo: «nos suponía mucho sobrecoste trasladarlo a otra fecha».
Iván Castro, estudiante de Informática argentino, explica que él y sus tres amigos pudieron completar sin problemas su estadía en París y Madrid, aunque toma sus precauciones -mascarilla, gel hidroalcohólico- y confiesa que siente alivio de regresar.
«Me quiero ir, ya quiero estar en mi casa», dice el muchacho, reconociendo no obstante que por prudencia deberá faltar durante unos días a sus clases en la universidad.
Más atribulada se mostraba la colombiana Lisney Brand, que llegó a Madrid desde Cali, y estaba pendiente de saber si podría viajar a Italia para visitar a su hermana en la ciudad de Savona, cerca de Génova.
Poco después, el gobierno español anunciaba la prohibición de los vuelos directos entre Italia y España del 11 al 25 de marzo, como medida «excepcional» para «limitar la propagación y el contagio por el COVID-19». Una medida que afecta a un promedio de 100 vuelos diarios, según el operador aeroportuario español Aena.
– Impacto en El Salvador y Argentina –
Madrid es un punto clave en la conectividad entre las capitales latinoamericanas y Europa, y el avance de la epidemia del coronavirus en España se ha traducido en la aparición de casos importados del otro lado del Atlántico.
El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, ordenó la noche del lunes prohibir el ingreso de personas provenientes de España, y en Argentina, la universidad de Buenos Aires (UBA) suspendió la Escuela Complutense Latinoamericana, que iba a acoger alumnos de varios países de la región y España.
La Secretaría General Iberoamericana se pronunció al respecto este martes, coincidiendo con una reunión de ministros de Turismo en Andorra.
En un comunicado, dijeron que se comprometen a trabajar «de forma coordinada» con la Organización Mundial de la Salud (OMS), «para que el sector del turismo pueda minimizar los riesgos de esta y otras emergencias sanitarias».