Guadalajara (México) (AFP) – Con honores y la ovación de cientos de jóvenes que lo ven como inspiración, Guadalajara recibió el sábado a su hijo pródigo, el ganador del Óscar Guillermo del Toro, quien celebró la presencia inherente de México en sus películas.
El cineasta anunció además la instauración de una beca para nuevos talentos cinematográficos y la llegada al país de una exhibición sobre su obra.
Del Toro ofreció la primera de tres clases maestras en el marco del Festival Internacional de Cine de Guadalajara (oeste), en un teatro abarrotado principalmente por jóvenes cineastas y admiradores que no cesaron de aplaudirlo y celebrar con cariñosos gritos cada de uno de sus comentarios.
Motivador y deslenguado a la vez, el cineasta enfatizó ante su audiencia que lo «mexicano» en sus películas es inherente a su visión artística, que se forjó en un momento generacional «profundamente adverso».
«Cuando la gente dice, ‘pero ¿qué hay de mexicano en tus películas?’ Les digo, ‘pos yo, güey'», afirmó Del Toro y agregó que «hay una vocación completamente mexicana» en utilizar aquello que otros señalan como obstáculo como el camino a seguir para lograr las propias metas.
«¿Cómo eres mexicano? ¡Cómo no! ¡Cómo chingados (diablos) no! Si de aquí mamé 33 años antes de irme ¿cómo chingados no voy a ser? ¡Ahí está!», exclamó el cineasta arrancando una de las ovaciones más enérgicas del evento.
«Cuando ya hiciste cine en México puedes hacer cine donde sea», remató.
El cineasta de 53 años obtuvo el pasado domingo el máximo galardón de Hollywood a mejor director por «La forma del agua», un filme que en total ganó cuatro estatuillas, incluyendo mejor película.
Del Toro confesó que lo más importante de haber llegado al Óscar con esta cinta es el hecho de que fuera «descabellada» y «fiel a las mismas mafufadas (locuras) a las que le soy fiel desde la primera: la combinación de géneros raros».
«Llegar con esta película que es de la tripa, de la tripa más profunda, es muy bonito», agregó.
– Beca y exhibición –
Tras la clase maestra, anunció la creación de la Beca Internacional de Cine Jenkins-Del Toro, que financiará hasta con 60.000 dólares anuales la formación cinematográfica completa de talentos mexicanos.
«Lo que realmente se queda de uno es lo que uno entrega a quien viene detrás», dijo Del Toro sobre la razón detrás de la beca, cuyos ganadores serán designados por un jurado presidido por el propio cineasta y seis personalidades destacadas del cine internacional.
«El que cambia una vida cambia una generación… ese primer impulso es importantísimo y ese es el deseo de la beca», agregó sobre esta iniciativa otorgada en sociedad con la Fundación Mary Street Jenkins.
Sobre la muestra «Guillermo del Toro, en casa con monstruos», que arribará a Guadalajara y luego a Ciudad de México desde marzo de 2019, el artista aseguró que no tiene como objetivo hablar de sus películas sino mostrar las diferentes influencias y formas narrativas que generaron «una forma de imaginación en particular».
Destacó la importancia de la vivencia y la raíz mexicana más allá del folclore, así como de la «cultura viva» como motor para que los jóvenes puedan amar y combinar géneros sin pudor y hablar así «de la realidad que vivimos».
La muestra incluye más de 500 objetos entre dibujos, maquetas, estatuas, fotografías y vestuarios, y se ha presentado en Los Ángeles, Minneapolis y Ontario.
Otro de sus proyectos es la elaboración de un documental con entrevistas a sus colegas Ridley Scott, George Miller y Michael Mann enfocadas en el aspecto «puramente cinematográfico, que es la imagen y el sonido» de sus obras.
Del Toro también participó en la ceremonia inaugural de una sala de cine con su nombre en el Conjunto de Artes Escénicas de la Universidad de Guadalajara.