Washington, 6 abr (EFE).- El canciller de México, Luis Videgaray, transmitió hoy la impresión de que las tensiones que marcaron el inicio de la relación con el Gobierno de Donald Trump han empezado a disiparse, pero reiteró sus diferencias en torno a ciertas políticas migratorias y pidió «respeto» al proceso electoral mexicano.
Al concluir una nueva visita de dos días a Washington, Videgaray dio señales de que las fricciones que alcanzaron un punto álgido tras la llegada al poder de Trump se han limado en cierto modo, gracias a que desde entonces ha habido más «oportunidad de diálogo» y de «conocer las posiciones» respectivas de ambos Gobiernos.
«La gran diferencia tal vez respecto a aquellos primeros días de la Administración (de Trump) a finales de enero es que hemos tenido mucha mayor oportunidad de comunicación, y eso creo que se refleja en el tono de las declaraciones públicas de ambos lados», dijo Videgaray durante una conferencia de prensa al término de su visita.
Ese aparente acercamiento no evitó que Videgaray expresara su preocupación o rechazo a algunas posiciones del Gobierno de Trump, en particular durante su reunión de hoy con el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly.
Videgaray lamentó que Kelly hubiera dicho este miércoles ante el Senado estadounidense que «no sería bueno» que un candidato de izquierdas ganase las elecciones presidenciales de México en 2018.
«Le dije de manera respetuosa pero muy clara que las decisiones electorales y las elecciones de autoridades en México corresponden solamente a los mexicanos, y que lo que esperamos por parte de los Estados Unidos es que se respete el proceso electoral mexicano», explicó el canciller.
Pero incluso en ese punto, Videgaray dio señales de sintonía con Kelly, al asegurar que la respuesta que recibió de él le ha generado «un mayor respeto personal e institucional» por el secretario de Seguridad Nacional, quien «estuvo a altura de las circunstancias».
La aparente distensión puede deberse en parte al acuerdo entre Trump y el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, de no hablar en público sobre quién pagará por el muro que el mandatario estadounidense quiere construir en la frontera común.
«El muro no es un tema de la relación bilateral, no es y no debe ser», subrayó Videgaray.
El canciller reiteró la posición mexicana sobre el muro después de que Kelly reconociera el miércoles que es «improbable» que el Gobierno de Trump llegue a construir «una barrera física» que vaya de costa a costa y cubra toda la frontera.
«México no colaborará en manera alguna para la construcción de un posible muro, ya sea si este muro mide una milla, o si mide dos mil millas, si esta hecho de ladrillos o si está hecho de rejas», zanjó.
En su última visita a Washington, hace un mes, Videgaray protestó ante la Casa Blanca por la política que evaluaba EEUU para separar de sus familias a los niños que cruzaran ilegalmente la frontera.
Kelly se alejó esta semana de esa posibilidad, pero México sigue preocupado por una política que evalúa EEUU para expulsar su país a los inmigrantes indocumentados de otras nacionalidades para que tramiten sus peticiones de asilo desde territorio mexicano.
Respecto al proceso de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), Videgaray admitió que México preferiría completarlo este año, porque de lo contrario podría verse afectado por la campaña previa a las elecciones mexicanas de 2018.
«Creemos que existen mejores condiciones para llegar a un acuerdo en la materia comercial con Estados Unidos o cualquier otro país en este año 2017», indicó Videgaray, que habló del tema con un influyente senador en esos temas, el republicano Orrin Hatch.
Videgaray se reunió también el miércoles en Washington con el secretario de Estado, Rex Tillerson, con el que habló sobre Venezuela, Centroamérica y el combate a los carteles de la droga.
Pero generó más interés su encuentro con el yerno y asesor de Trump, Jared Kushner, con el que estableció una cercana relación durante la campaña electoral del ahora presidente y que se ha convertido en un actor clave en la relación bilateral.
El canciller aseguró que su reunión con Kushner fue «breve», se produjo el miércoles por la noche en la Casa Blanca y sirvió «básicamente para preparar la agenda en las otras reuniones».
También el miércoles, Videgaray visitó la Organización de Estados Americanos (OEA) para reunirse con el secretario general, Luis Almagro, y presentar el tema de la Asamblea General del organismo, que se celebrará en junio en México.
Si el miércoles desayunó con embajadores ante la OEA de países caribeños, hoy Videgaray se reunió con Almagro y los representantes ante el organismo de «Colombia, Perú, Chile, Brasil, EEUU y Canadá».
El ministro dijo que habló con ellos de la «ciberseguridad» y de cómo «fortalecer las capacidades de la OEA» en materia de «observación electoral y protección de la democracia», pero el encuentro se produjo en un momento en que el organismo sopesa tomar nuevas acciones ante la crisis política en Venezuela.