Quito (AFP) – El vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, vinculado a una investigación penal por el caso de corrupción de la constructora brasileña Odebrecht, compareció de nuevo este martes ante la Fiscalía para ampliar su versión.
«Una vez más (estoy) compareciendo ante la justicia, colaborando con la investigación, donde punto por punto una vez más he desvanecido cada uno de los supuestos indicios que se utilizaron para la vinculación en el proceso de instrucción fiscal», informó a la salida el vicepresidente.
Glas, a quien el presidente Lenín Moreno le despojó de sus funciones en medio de la profunda división en el seno del oficialismo, compareció durante más de nueve horas para rendir ante el fiscal Wilson Toainga su versión «libre y voluntaria».
A la salida se vivieron momentos de tensión y leves forcejeos entre los partidarios de Glas, aliado del exmandatario Rafael Correa en su dura pugna con Moreno, políticos opositores y periodistas que cubrían el acto.
Estoy «enfrentando así las presiones de un linchamiento mediático y de una oposición orquestada que ha tratado de presionar al sistema de justicia», declaró Glas, vicepresidente desde 2013.
Glas, a quien la oposición le endilga responsabilidad en otros casos de corrupción en Ecuador cuando estaba a cargo de los sectores estratégicos en los primeros años del gobierno de Correa, está bajo sospecha por el presunto delito de asociación ilícita para obtener beneficios en contratos y tiene prohibida la salida del país.
Jose Conceicao Filho, exdirector de Odebrecht en Ecuador, confesó haber pagado al menos 14,1 millones de dólares a Glas a cambio de contratos con el gobierno.
Sin embargo, el vicepresidente sostiene que las reuniones con funcionarios de la empresa brasileña fueron para exigir la reparación de obras y niega cualquier vinculación en la trama de sobornos.
El caso Odebrecht se destapó en Ecuador en diciembre pasado luego de la revelación del Departamento de Justicia de Estados Unidos de que la firma pagó entre 2007 y 2016 unos 33,5 millones de dólares a funcionarios ecuatorianos.
Desde entonces, hay una decena de detenidos en el país, entre ellos Alecksey Mosquera, exministro de Electricidad del gobierno de Correa (2007-2017).
El caso de los sobornos de la constructora brasileña afecta a una docena de países de América Latina y África.