Lima (AFP) – La vicepresidenta peruana Mercedes Aráoz renunció este jueves a la bancada parlamentaria oficialista de Peruanos por el Kambio (PpK), una decisión que se percibe como un distanciamiento con el presidente Martín Vizcarra, en momentos que el gobierno enfrenta cuestionamientos por su propuesta de elecciones anticipadas.
Aráoz precisó que pese a discrepancias con la bancada continuará «defendiendo las posiciones del gobierno que consideramos democráticas, responsables y de beneficio de las grandes mayorías», según un comunicado que difundió en su cuenta de Twitter.
«Con esa misma libertad, también criticaremos de manera democrática y responsable cada vez que consideremos que el Ejecutivo se aleje del plan de gobierno de, (expresidente) Pedro Pablo Kuczynski», añadió la vicepresidenta.
Junto a ella se alejaron también otros dos legisladores de la misma bancada, los exministros Carlos Bruce y Ana María Choquehuanca.
Los renunciantes denunciaron una “quiebra de la democracia interna en la bancada PpK”, a la que tildan de intolerante, para justificar su decisión.
La renuncia de los tres congresistas redujo la bancada oficialista a sólo cuatro representantes, en lugar de los 18 que obtuvo en las elecciones de 2016.
El Congreso, controlado por el partido fujimorista Fuerza Popular (populista conservador), esta conformado por 130 parlamentarios.
«Es una deslealtad», dijo a periodistas el legislador Sergio Dávila, del partido Peruanos por el Kambio.
La relación entre Vizcarra y Aráoz se deterioró en las últimas dos semanas luego que el mandatario prescindiera de ella para proponer recortar sus mandatos en un año y adelantar las elecciones generales (presidenciales y parlamentarias) para abril de 2020.
La tensión entre ambos se hizo patente durante el mensaje presidencial del 28 de julio, cuando Aráoz no lo aplaudió. Al día siguiente, Vizcarra no la saludo durante una parada militar.
Las discrepancias se agudizaron la semana pasada cuando el gobierno anunció la suspensión unilateral, en medio de protestas contra mineras, del proyecto cuprífero Tía María, que iba a inyectar a la economía 1.400 millones de dólares. Aráoz indicó que ese tipo de medidas afectan la seguridad jurídica.
Vizcarra carece de partido y de bancada, y ha cimentado su legitimidad apelando al apoyo de la calle en base a una lucha contra la corrupción en un país donde el caso Odebrecht salpicó a cuatro expresidentes y dirigentes de oposición.
El actual mandatario asumió la presidencia en marzo de 2018 en reemplazo de Kuczynski, que renunció arrastrado por el escándalo de Odebrecht. Hasta entonces era primer vicepresidente y Aráoz la segunda vicepresidenta.