Santiago (AFP) – Venezuela y la consolidación de las relaciones bilaterales centraron este viernes la primera visita a Chile del secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, con el telón de fondo de la guerra comercial con China, principal socio del país sudamericano.
Pompeo fue recibido en el palacio de La Moneda por el presidente chileno, Sebastián Piñera, y posteriormente en la cancillería por su titular, Roberto Ampuero, con el que tuvo un almuerzo de trabajo.
Venezuela estuvo presente en las conversaciones entre Pompeo y sus interlocutores chilenos. Pero mientras Washington blande la carta de la intervención del país sudamericano para deponer al gobierno de Nicolás Maduro, Piñera reiteró su posición de que el cambio en Venezuela pasa por seguir «siempre una vía democrática y pacífica, descartando una intervención de tipo militar», según el resumen de la conversación que hizo la presidencia.
Pompeo agradeció a Piñera por «ayudar a aislar» al gobierno de Maduro y por «mostrar compasión» con los venezolanos que huyen de la peor crisis humanitaria en tiempos de paz en Venezuela, de donde han salido más de 2,7 millones desde 2015, según la ONU. Entre ellos, Chile ha acogido a cerca de 300.000.
Maduro se ha convertido en la bestia negra de Washington. Desde que el 23 de enero el líder opositor Juan Guaidó se autoproclamó presidente interino, Estados Unidos ha incrementado la presión económica y diplomática para asfixiar al gobierno chavista, que sobrevive a la presión interna y externa, la crisis humanitaria sin precedentes, y los apagones frecuentes de luz y falta de agua.
La visita de Pompeo a Chile, primera etapa de una gira que lo llevará a Paraguay, Perú y Cúcuta, en Colombia, se produce en vísperas de una reunión del Grupo de Lima este lunes en Santiago, a la que asistirán al menos una decena de cancilleres de los países miembros, según fuentes de la cancillería chilena, en la que harán hincapié en la necesidad de la democratización de Venezuela mediante una «solución pacífica de los propios venezolanos» y la atención a la crisis humanitaria, según dijo Pompeo.
«Estados Unidos y sus aliados van a seguir apoyando a los venezolanos por su valiente defensa de la democracia», aseguró en una declaración a la prensa junto con Ampuero, al término del almuerzo.
Según el FMI y el Banco Mundial, la inflación de Venezuela alcanzará este año 10.000.000% y el país sufrirá la pérdida de una cuarta parte de su PIB.
El jefe de la diplomacia estadounidense también aludió a Nicaragua y aseguró que seguirá trabajando con países como Chile para «condenar la violencia y la represión perpetrada por (Daniel) Ortega», el presidente nicaragüense, en el país centroamericano, sumido desde hace un año en una crisis política.
– China, en la agenda –
En el marco de la guerra comercial que libran Estados Unidos y China y en la que Chile no quiere tomar partido, Piñera transmitió a su interlocutor el «interés» de su país por «sumarse a iniciativas como Belt and Road Initiative (BRI)», la Ruta de la Seda que impulsa Pekín, así como la Indo Pacific Initiative (Iniciativa Indopacífico), que promueven Japón, Australia e India.
Ampuero dejó claro que la relación con Estados Unidos, principal inversor en Chile y «socios estratégicos», «es prioritaria», pero China es su principal socio comercial.
El país asiático recibe el 30% de las exportaciones del país sudamericano -compuestas principalmente por materias primas como cobre y productos agrícolas-, frente al 17% de Estados Unidos y el 14% de la Unión Europea.
Piñera reiteró la invitación al presidente estadounidense, Donald Trump, para que participe en la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), en el que también está China, que tendrá lugar en Chile en noviembre próximo.
En una conferencia sobre la política estadounidense en América Latina, Pompeo advirtió a los latinoamericanos que sean cautelosos con China y Rusia, porque «una vez que entran en la casa, ponen trampas, hacen caso omiso de las reglas y propagan el desorden» y, en el caso de Pekín, «a menudo inyecta capital corrosivo», dando vida a la corrupción erosionando el buen gobierno, afirmó.
Piñera realizará próximamente una visita al gigante asiático y sus anfitriones esperan que vaya a la empresa de telecomunicaciones Huawei, buque insignia de la internacionalización de las empresas chinas, que lidera el desarrollo de las redes 5G. Esta tecnología es el principal campo de batalla entre los dos gigantes por la hegemonía tecnológica del siglo XXI.
El analista Osvaldo Rosales alerta en una columna de opinión en el diario El Mercurio que el «riesgo de alinearse con las políticas de Trump será mayor en aquellas economías exportadoras de materias primas que tienen una relación comercial fuerte con China (…) podría inducir represalias comerciales directas e indirectas».
Después de Chile, Pompeo viaja a Paraguay.