Caracas (AFP) – Agobiados por su sobrevivencia, los venezolanos reanudaron este jueves las actividades laborales tras una semana de parálisis por un apagón sin precedentes que profundizó la grave crisis económica y política, y que golpea la vital producción petrolera.
Aumentando su presión tras el caos que provocó el corte eléctrico, el líder opositor Juan Guaidó convocó a asambleas vecinales a partir del sábado para organizar la próxima etapa de su ofensiva para sacar al presidente Nicolás Maduro del poder: una movilizacón al palacio de Miraflores, en Caracas.
«Hay que ir a buscar el despacho presidencial pronto», retó Guaidó, reconocido como presidente interino por más de 50 países, en un discurso en un anfiteatro en El Hatillo, a las afueras de la capital.
El opositor reiteró que no descarta pedir al Parlamento de mayoría opositora autorizar una acción militar externa, aunque advirtió que esto «depende de terceros». «Cualquier posibilidad nos debe encontrar unidos, movilizados en las calles».
Un día después de que Maduro dispusiera reanudar la jornada laboral, se formaron largas filas en bancos y paradas de autobuses.
En Caracas, el servicio del Metro -que transporta dos millones de pasajeros diariamente- se restableció parcialmente, por lo que muchos caminaron a sus trabajos. Las clases se retomarán el próximo lunes.
«La cosa ha estado ruda. Ni agua, ni luz, y ahora nos salen estas colas», dijo a AFP el empleado hotelero Eriberto Urbina, en una extensa fila para tomar un bus.
El gobierno aseguró que la electricidad ha sido recuperada, aunque con fallas puntuales en el petrolero estado Zulia y zonas donde denunció «sabotajes» a subestaciones tras el apagón.
Un incendio que atribuyó a una «acción terrorista» de Estados Unidos afectó tres tanques de almacenamiento de petróleo en una instalación de la estatal PDVSA en el estado Anzoátegui (norte), en la Faja del Orinoco.
El gobierno de Donald Trump, al que Caracas culpa del apagón mediante «ataques cibernéticos y electromagnéticos», revocó las visas a otros 340 allegados a Maduro, con lo que el total supera los 600 desde fines de 2018.
Además, Estados Unidos completó la salida del personal de su embajada en Caracas tras la ruptura de relaciones decidida por Maduro en enero. «Pronto regresaremos a una Venezuela libre y democrática», afirmó la misión en un comunicado.
– «Parece que hubiera habido una guerra» –
Con PDVSA -fuente de 96% de los ingresos del país- en default y minada por la corrupción, la producción de crudo perdió 142.000 barriles diarios en febrero frente al mes anterior, ubicándose en poco más de un millón, informó este jueves la OPEP.
Expertos como Luis Oliveros alertan que los daños provocados por el apagón abrirían «un ciclo mayor de deterioro» en la industria petrolera, que a partir del próximo 28 de abril enfrentará un embargo petrolero estadounidense.
A las industrias, severamente golpeadas desde hace años por la crisis, también les costará ponerse en marcha.
La patronal Fedecámaras advirtió sobre «críticos niveles de desabastecimiento que comprometen la seguridad alimentaria», mientras el diputado opositor José Guerra calculó las pérdidas en unos mil millones de dólares.
«Las ventas están flojitas (…), la gente no va a comprar zapatos cuando lo que está buscando es agua y comida», declaró a AFP Carlos Zúniga, vendedor de calzado en la capital.
Los hospitales han vivido situaciones dramáticas por el apagón. Según Guaidó, una veintena de pacientes murieron, mientras la ONG Codevida denuncia que fallecieron 17 enfermos renales. El gobierno niega que haya muertos.
En la otrora próspera Maracaibo, capital de Zulia (noroeste), fueron saqueados medio millar de negocios. Las calles están desoladas y en los pocos comercios abiertos cientos hacen filas para comprar comida.
A raíz de protestas y saqueos por falta de luz y agua han sido detenidas unas 300 personas, según la ONG Foro Penal.
«Ahora uno anda buscando comida como un loco (…). Parece que hubiera habido una guerra», dice Francisco Arteaga, de 61 años, tras caminar horas en el caluroso clima de Maracaibo, sin conseguir alimentos.
Por la falta de efectivo y fallas que persisten en la banca electrónica, muchos comercios en Caracas y otras regiones cobran en dólares.
– «Sentimiento de placer» –
La crisis eléctrica, que alcanzó a Caracas y 22 de los 23 estados del país, comenzó la tarde del jueves y recién el martes Maduro aseguró que la luz estaba restablecida «casi en todo» el territorio.
Pese al caos que aún reina en varias zonas del país, el mandatario socialista dijo este jueves que la recuperación del servicio ha traído «un sentimiento de placer, de satisfacción» en la población.
Maduro celebró el restablecimiento de la corriente como «una victoria» ante lo que denuncia como un «sabotaje» contra la hidroeléctrica de Guri (estado Bolívar, sur), que genera 80% de la energía del país.
El gobierno anunció que el fin de semana se reanudarán los ejercicios militares que se venían realizando desde hace varias semanas ante la amenaza de una «invasión militar» estadounidense, ahora enfocados en la vigilancia de la infraestructura hidroeléctrica.
Guaidó, que se proclamó presidente encargado el 23 de enero luego de que la mayoría opositora del Congreso declarara «usurpador» a Maduro por estimar su reelección «fraudulenta», declaró «estado de alarma» por 30 días para pedir ayuda internacional.