Washington, 5 abr (EFE).- Venezuela, Bolivia y Nicaragua consideraron hoy un «fraude jurídico y procesal» la resolución adoptada por la Organización de Estados Americanos (OEA) el lunes en la que se declara que en Venezuela hay una «grave alteración inconstitucional del orden democrático».
Los tres países, socios en la Alianza Bolivariana (ALBA), enviaron hoy a altos representantes de su política exterior a la OEA para denunciar la reunión que se celebró el lunes sobre Venezuela, pese a que Bolivia, que ostenta la presidencia de turno del Consejo, la había suspendido por la mañana.
El canciller boliviano, Fernando Huanacuni, expresó su «más profunda extrañeza, sorpresa y rechazo» a «un Consejo ilegal a todas luces».
«Creíamos que los golpes de Estado ya eran parte del pasado», afirmó, para añadir que «la OEA no puede responder a los intereses de los más poderosos de la región», denuncias a las que se sumó el ministro asesor para Políticas y Asuntos Internacionales de Nicaragua, Sidhartha Marín.
La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, consideró «inadmisibles» tanto la sesión como la declaración, y anunció que llevará ambas ante «otras instancias internacionales», sin precisar cuáles.
El argumento de estos países no es solo que la sesión se hizo pese a que la presidencia del Consejo (Bolivia) la había suspendido sino además que en el momento de la adopción del texto había «solo» 21 países en la sala.
La normativa de la OEA dice que una sesión puede celebrarse cuando hay al menos 12 Estados y que se puede tomar una decisión cuando haya al menos 18.
A la sesión asistieron al menos 27 países, según confirmaron a Efe fuentes de la OEA, y en el momento de la adopción del texto estaban presentes 21, según indicaron hoy a la prensa fuentes de las delegaciones promotoras de la resolución.
El texto no se sometió a votación sino que se adoptó «por consenso», uno de los sistemas de toma de decisión de la OEA para el cual solo se requiere la presencia de 18 Estados y que ninguno se oponga.
Ningún país de los presentes pidió votar, nadie se opuso al texto y El Salvador, Belice, República Dominicana y Bahamas se abstuvieron, lo que permitió que se adoptara por consenso.
Los embajadores de Bolivia, Venezuela y Nicaragua ante la OEA asistieron solo al inicio de la sesión del lunes, para denunciar que era «ilegal», y no estuvieron presentes cuando se adoptó.
Tras las intervenciones de esos tres países aliados hoy en la OEA, solo habló sobre la sesión del lunes la delegación de Antigua y Barbuda, que se sumó al rechazo a su celebración.
Ningún embajador, ni tampoco el secretario general de la OEA, Luis Almagro, respondieron a las acusaciones de «intervencionismo».
En una llamada telefónica posterior con periodistas, un funcionario de EEUU subrayó que la reunión del lunes fue «importante» y «siguió todas las normas».
Almagro no replicó a Rodríguez después de que esta le acusara de apoyar «la violencia» de los «factores extremos» en las marchas opositoras de este martes en Venezuela.
«Usted apoya la violencia, cese ya, saque sus manos de Venezuela, saque sus manos que no las quiero categorizar», le dijo la canciller, para añadir después «búrlese, búrlese, porque usted es un descarado».
La única que se enfrentó a Rodríguez fue la embajadora de Paraguay, Elisa Ruíz, quien pidió, gritando, un punto de orden para interrumpir los ataques de la canciller al Gobierno de su país.
Rodríguez criticó a Almagro por condenar ayer «la brutal represión» policial en Venezuela «pero cuando (el viernes) se incendió el Congreso de Paraguay, asesinaron a un diputado, llamó a la paz».
En un comunicado el sábado, Almagro llamó a la «paz y el respeto de la democracia» en Paraguay y condenó tanto el incendio del Congreso como los «excesos» cometidos por la Policía en la sede del opositor Partido Liberal, que presuntamente provocaron la muerte al joven dirigente político Rodrigo Quintana.
Las denuncias de Venezuela, Bolivia y Nicaragua robaron hoy protagonismo al canciller de México, Luis Videgaray, que hizo una breve presentación sobre el tema de la 47 Asamblea General de la OEA que se celebrará en Ciudad de México entre el 19 y el 21 de junio.
«Fortaleciendo el diálogo y la concertación para la prosperidad», será el tema oficial, aunque la convulsa situación en la OEA hace pensar que la crisis de Venezuela volverá a ser la verdadera protagonista, como ocurrió en la Asamblea de Santo Domingo el año pasado.
Rodríguez cuestionó hoy «qué sentido tiene una Asamblea General» de la OEA cuando, tras los últimos acontecimientos, «lo que va a llegar son los desechos de la organización», aunque aseguró que Venezuela «va a participar» en ella.