Aunque la situación en Venezuela no estaba tan crítica en el 2004, los padres de Kimberly Cheng decidieron dejar el país para darle un mejor futuro a su familia.
Pero en los 13 años que ha estado fuera del país, Cheng ha regresado dos veces. Durante esas visitas vio como se ha deteriorado la tierra donde nació y en donde sus padres y abuelos hicieron su vida como migrantes.
“Cuando nosotros nos fuimos [2004] estaba mal pero nunca me imaginé que las cosas iban a empeorar así”, dijo la joven de 24 años, quien obtuvo recientemente una licenciatura y maestría en Consejería por la Universidad Estatal de California en Los Ángeles (Cal State LA).
La joven, nacida en la ciudad de Barquisimeto (Estado Lara) considera que en la época en que salieron fue más fácil, ya que ahora es difícil para los venezolanos emigrar.
La devaluación de la moneda no permite ahorrar lo suficiente para comenzar una nueva vida y labrarse un futuro en otro país.
Una generación que ha salido del país.
Cheng pertenece a una generación de jóvenes venezolanos que han abandonado el país en los últimos años en busca de un futuro mejor.
Al igual que ella, casi todos sus primos y amigos de la infancia se han ido del país. Algunos se han radicado en Panamá, Ecuador y Estados Unidos. Solo quedan sus tíos y abuelos se han quedado en Venezuela.
Muchos de estos jóvenes han salido con sus familias en busca de un mejor futuro, como en el caso de Cheng, pero otros han logrado inscribirse como estudiantes en universidades internacionales, especialmente en Estados Unidos.
De acuerdo con el Informe Puertas Abiertas del Instituto Internacional de Educación (IIE), durante el año académico 2015-16, más de 8 mil jóvenes venezolanos estudiaban en Estados Unidos a nivel universitario.
El 63.8 por ciento eran estudiantes de pregrado y el 15,5 por ciento eran estudiantes de posgrado.
Un llamado de atención
Pero a pesar de estar lejos de Venezuela, Cheng no se olvida de sus raíces y de la situación por la que atraviesa el país en estos momentos.
Aunque no puede participar en las manifestaciones por la reinstalación de la democracia, quiso poner su granito de arena y fijar un precedente y llamar la atención de lo que sucede en el país.
Para ello, para su ceremonia de graduación decoró su birrete con los colores de la bandera de Venezuela, junto con la frase “Fuerza y Fe”, utilizada por el preso político venezolano Leopoldo López.
“Quería llamar la atención. No hay mucho gente hablando de eso en las noticias”, dijo Cheng. “Todos mis amigos de la clase saben que soy de Venezuela, que siempre hablo de eso. Pero quería llamar la atención entre toda la gente que asistiera a la ceremonia”.
Cheng considera que logró su objetivo. A las personas que le preguntaron la razón, aprovechó la oportunidad de explicarles sobre la situación en Venezuela.
“Les expliqué que era sobre un preso político en Venezuela, en donde las cosas no estaban muy bien”, dijo Cheng. “Pero ellos [su compañeros] saben por las cosas que he puesto en Facebook, Instagram”.
Debido a sus estudios, la joven no ha participado en las recientes manifestaciones que han realizado los venezolanos en Los Ángeles.
Sin embargo, estuvo activa durante las demostraciones que se llevaron a cabo en el 2014, para dar a conocer la situación de violencia que vivió el país en aquella época.
Con las redes sociales, la joven ha tratado de informar a sus amigos y a todos que quieran saber sobre la situación en Venezuela.
Cheng considera que los jóvenes venezolanos fuera del país pueden ayudar sirviendo de fuente de información para que todos conozcan lo que pasa en Venezuela.
“Lo más importante es difundir todo, en las redes sociales”, dijo Cheng. “Pero también podemos recolectar donaciones para poder llevarles medicinas y alimentos a los que están allá. Porque aquí, tenemos mucho y es fácil para nosotros tener eso.