Washington (AFP) – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aumentó este lunes la presión sobre México y Canadá al sugerir que podría excluir a esos dos países de las tarifas al acero y el aluminio en el caso de que las partes alcancen un nuevo pacto comercial «justo».
Pero al culminar la 7º ronda de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en la capital mexicana, el principal negociador estadounidense, Robert Lighthizer, aseguró que la revisión del pacto es más lenta de lo esperado con solo seis capítulos terminados de 30 pendientes, desde que las partes iniciaron las negociaciones en agosto de 2017.
«No hemos logrado el progreso que esperábamos», dijo.
De su lado, Trump arremetió en Twitter: «Tenemos grandes déficits con México y Canadá. El TLCAN, que actualmente está en renegociación, ha sido un mal acuerdo para Estados Unidos, gran reubicación de empresas y empleos. Los impuestos en el acero y el aluminio serán retirados únicamente si un nuevo acuerdo es firmado».
Trump había generado la semana pasada una interminable controversia global al anunciar la adopción de pesadas tarifas a las importaciones al acero (25%) y el aluminio (10%), medidas que impactarían especialmente a Canadá, el mayor proveedor de acero en el mercado estadounidense.
Este lunes, el mandatario claramente sugirió que México y Canadá solamente se verán a salvo de las pesadas tarifas si aceptan hacer concesiones en la mesa de negociaciones por el TLCAN.
En su mensaje de este lunes, Trump descargó su batería oratoria contra canadienses y mexicanos: a los vecinos del norte por su política comercial y a los del sur por considerar que no hacen lo suficiente en el combate a las drogas.
– Críticas a asociados fundamentales –
Más tarde, al recibir en el Salón Oval al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, Trump reiteró que Estados Unidos «hizo un mal negocio» con el TLCAN, vigente desde 1994.
Estados Unidos tiene un déficit comercial «de 800.000 millones de dólares. Hemos sido estafados por todo el mundo, por amigos y enemigos», comentó, para apuntar un déficit de «500.000 millones de dólares» con China.
Estas declaraciones, no obstante, no se destacan por la precisión: en 2017 el déficit comercial estadounidense fue de 566.000 millones de dólares (375.000 con China), siendo que el récord fue un déficit de 708.000 millones en 2008, de acuerdo con datos oficiales.
Sin embargo, las relaciones comerciales de Estados Unidos con México y Canadá muestran escenarios totalmente diferentes.
Con México, Estados Unidos tiene un déficit comercial, que en 2016 alcanzó los 63.000 millones de dólares y que en los tres primeros trimestres de 2017 llegó a los 52.000 millones de dólares.
En tanto, con Canadá Estados Unidos tuvo en 2016 un superávit de unos 8.000 millones de dólares, y que en los tres primeros trimestres de 2017 alcanzó a los 3.000 millones de dólares.
– Respuesta de Canadá y México –
Al cierre de la séptima ronda de negociación del TLCAN, la ministra del Exterior canadiense, Chrystia Freeland, dijo en conferencia de prensa que su país planea represalias si la Casa Blanca impone aranceles.
«Si hay restricciones, Canadá tomará medidas para defender sus intereses comerciales y continuaremos defendiendo a los trabajadores del acero y el aluminio», dijo la funcionaria.
Por su parte, el secretario de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, dijo que su gobierno esperará a que haya un decreto de Estados Unidos sobre el tema.
«Es importante con esta administración esperar que pasen del discurso y de los tuits a los hechos, todavía no hay un decreto presidencial», dijo el funcionario en charla con periodistas.
Guajardo, quien viajó la semana pasada a Washington para reunirse con el secretario de Comercio estadounidense, Wilbur Ross, agregó que México pidió ser excluido de las tarifas del acero.
«La industria acerera más integrada es la de América del Norte. México compra más acero del que vende a Estados Unidos», argumentó.
– Europa se prepara –
Pero las tensiones seguían acumulándose el lunes aún más allá de América del Norte.
Al tiempo que la Unión Europea (UE) preparaba un plan de represalias a las eventuales tarifas estadounidenses, el gobierno de Alemania expresó su convicción de que Washington tomó el «camino equivocado».
«No queremos que empeore la situación y en absoluto queremos algo que se acerque a una guerra comercial» que no convendría a nadie, declaró Steffen Seibert, portavoz de la canciller alemana Angela Merkel, en Berlín.
En tanto, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo en una conferencia de prensa que la UE debería «reaccionar rápidamente» ante la amenaza de las tarifas estadounidenses al acero y al aluminio.
«Está claro que (estas medidas) violarían las normas de la OMC (Organización mundial del Comercio): la UE tendría el derecho, y tal es el deseo de Francia, de llevar a cabo una acción ante la OMC para adoptar medidas» de represalia, dijo.
El domingo, la oficina de la primera ministra británica, Theresa May, informó que la dirigente está «profundamente preocupada» por el anuncio sobre las tarifas, y que le manifestó directamente esa preocupación a Trump en una conversación telefónica.