El Paso (Estados Unidos) (AFP) – El presidente Donald Trump lleva este lunes su campaña a favor del muro en la frontera con México a la ciudad limítrofe de El Paso, cuatro días antes de que venza el plazo que le estableció al Congreso para que financie ese proyecto.
El mandatario, que realizará en El Paso un mitin de estilo electoral, considera que los inmigrantes ilegales representan un riesgo de seguridad nacional para Estados Unidos y que sólo pueden ser frenados ampliando las barreras existentes.
Para respaldar su argumento, Trump advirtió sobre el ingreso al país de violadores y traficantes de personas, un mensaje que los críticos consideran abiertamente xenófobo y basado en información manipulada.
Trump eligió El Paso por ser un cruce histórico donde, según el republicano, los muros impidieron el ingreso fuera de control de delincuentes desde México y convirtieron a la ciudad en un modelo de lo que podría pasar en otros puntos de la frontera.
Muy cerca de allí, la ascendente estrella demócrata Beto O’Rourke, un posible rival para Trump en 2020, celebrará su propio mitín, donde se espera que dé un mensaje completamente opuesto.
O’Rourke, un ex legislador que en noviembre estuvo a punto de arrebatarle al republicano Ted Cruz la banca en el Senado por Texas, es de El Paso.
«Mientras algunos intentan alimentar el miedo y la paranoia, difundir mentiras y una narrativa falsa sobre la frontera EEUU-México y demandar un muro de 2.000 millas (unos 3.200 kilómetros) a lo largo de la misma, en una época de seguridad récord, El Paso se unirá para una marcha y celebración que saque a relucir la verdad», señaló la oficina de O’Rourke.
– Congreso dividido –
Desde los mitines de la campaña electoral de 2016, Trump ya había sido el impulsor de los cantos de «construyan el muro». Sin embargo, desde que asumió su cargo en 2017 no ha logrado convencer al Congreso de que financie su construcción.
En diciembre, la disputa presupuestaria del presidente con los demócratas llevó a un cierre parcial de la administración de cinco semanas que hizo que 800.000 empleados federales estuvieran sin cobrar su salario. Los demócratas se niegan a financiar el muro, que consideran ineficaz e «inmoral».
Ante los efectos de 35 días de cierre parcial, Trump cedió a fines de enero y accedió a dar los fondos para que la administración pudiera funcionar durante tres semanas. Ahora el Congreso tiene hasta el viernes para encontrar financiación para el muro o Trump dijo que provocaría un nuevo «shutdown».
El presidente demanda 5.700 millones de dólares para el proyecto, una de sus promesas de campaña.
Tanto los demócratas, que controlan la Cámara de Representantes, como los republicanos de Trump, que tienen mayoría en el Senado, hablaron de un revés el fin de semana, en el que ambas partes debatían sobre cuánto dinero otorgar y en qué gastarlo exactamente.
Trump podría contraatacar con un nuevo «shutdown» o declarar la emergencia nacional, lo que le da poder para tomar fondos de las fuerzas armadas, aunque se prevé que esta opción genere una disputa judicial y nuevas recriminaciones políticas.
«Hará todo lo que se pueda hacer legalmente para asegurar la frontera», dijo el domingo el jefe de gabinete interino de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, a NBC.