Washington (AFP) – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió este lunes a arremeter con furia contra México, al afirmar que el gobierno de ese país debe detener la enorme caravana de inmigrantes que se aproxima a la frontera entre los dos países.
Por segundo día consecutivo, el mandatario estadounidense recurrió a la red Twitter para criticar a México y a la caravana denominada «Viacrucis Migrante 2018», y también al propio Congreso estadounidense.
«Aunque suene ridículo, las leyes de nuestro país no nos permiten mandar fácilmente a los que cruzan nuestra frontera sur de vuelta al lugar del que proceden. Hace falta un procedimiento enorme. México y Canadá tienen duras leyes migratorias, pero las nuestras son un chiste de Obama. ACTÚA, CONGRESO», tuiteó Trump la noche del lunes.
Más temprano, el mandatario aseguró en otra serie de tuits que México «está haciendo una fortuna» con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
«Con todo el dinero que hacen a costa de Estados Unidos yo espero que evitarán que esas personas ingresen a su propio territorio y al nuestro, por lo menos hasta que el Congreso cambie nuestras leyes migratorias», estimó.
En este contexto, el presidente mexicano Enrique Peña Nieto exigió este lunes a Estados Unidos respeto y seriedad en la renegociación del acuerdo comercial y la relación bilateral.
«Nosotros con toda seriedad nos hemos venido conduciendo en una mesa de acuerdo, de negociación y espero que siga, que se mantenga ese espíritu propositivo, de respeto mutuo, de cordialidad», dijo Peña Nieto en una breve declaración a periodistas.
– Plan DACA en la línea de fuego –
La irritación del presidente estadounidense sobre la inmigración se concentra en la caravana integrada por unos 1.500 migrantes centroamericanos, que salió el 26 de marzo de la ciudad mexicana de Tapachula, fronteriza con Guatemala, hacia la frontera con Estados Unidos.
La marcha lleva el lema «Todos Somos Americanos de Nacimiento», y con esa caravana mujeres, hombres y niños de Guatemala, El Salvador y Honduras buscan exhibir el calvario que sufren en su paso por México hacia Estados Unidos.
«Honduras, México y otros países, con los que Estados Unidos es muy generoso, mandan mucha de su gente a nuestro país a través de nuestras DÉBILES POLÍTICAS DE INMIGRACIÓN. Las caravanas se están dirigiendo ahí. Hay que aprobar leyes duras y construir el MURO. ¡Los demócratas permiten la apertura de las fronteras, las drogas y el crimen!», agregó Trump en su serie de tuits por la noche.
La furia de Trump se destina también al partido Demócrata en el Congreso, que bloqueó la aprobación de recursos en el presupuesto federal para construir el controvertido muro que desea ver erguido en la frontera con México.
Durante meses, los legisladores demócratas exigieron que a cambio de ese voto los legisladores republicanos adopten alguna medida para resolver la situación de los casi 700.000 migrantes que llegaron al país en la infancia y que normalizaron su situación de forma temporal mediante el programa DACA, pero Trump anunció a fines del año pasado la suspensión de ese programa.
La irritación del presidente era de tal magnitud que este lunes se refirió al tema en los jardines de la Casa Blanca, donde se encontraba rodeado de niños para una fiesta por la Pascua.
«Los demócratas han abandonado por completo» a los inmigrantes que luchan por mantener el plan DACA activo. «Es un una vergüenza», dijo el presidente mientras niños corrían en busca de huevos de chocolate en entre los arbustos de la Casa Blanca.
– Ausencia del muro –
En México, Rodrigo Abeja, uno de los organizadores de la caravana, que avanza por el sureño estado mexicano de Oaxaca y se dirige al estado central de Puebla, dijo a AFP que Trump estaba utilizando la marcha «como pretexto» para justificar el fin de DACA.
«Debemos construir el muro y asegurar nuestras fronteras con una legislación fronteriza adecuada. Los demócratas no quieren fronteras, por eso (tenemos) drogas y crimen», escribió el mandatario, para quien «DACA está muerto porque a los demócratas no les importa ni han actuado».
Un acuerdo alcanzado el 23 de marzo sobre el presupuesto federal destinó 1.600 millones de dólares a proyectos relacionados con la construcción del muro, un plan cuyo costo la propia Casa Blanca estimó en unos 25.000 millones.
En ese contexto, la noticia sobre la caravana «Viacrucis Migratoria 2018» aproximándose a la frontera cayó como una bomba sobre el humor de Trump.
Se estima que más de 500.000 personas cruzan irregularmente territorio mexicano cada año con intención de llegar a Estados Unidos, según datos de Naciones Unidas.