Miami (AFP) – El presidente Donald Trump declaró este jueves situación de desastre en Puerto Rico tras una serie de terremotos que ha sacudido a este territorio estadounidense por más de dos semanas, en momentos en que aumentaban las presiones para que el mandatario respondiera a la emergencia.
Trump «declaró que existe un desastre mayor en el territorio autónomo de Puerto Rico, y ordenó asistencia federal para suplir al territorio autónomo y sus esfuerzos locales de recuperación en las áreas afectadas por los sismos desde el 28 de diciembre de 2019 en adelante», informó la Casa Blanca en un comunicado.
Desde esa fecha, más de 1.000 temblores han sacudido la isla caribeña, que hace dos años fue devastada por dos huracanes seguidos, de los que aún no ha logrado reponerse completamente.
En consecuencia, unas 5.000 personas están viviendo en refugios al aire libre en el sur de Puerto Rico, cerca del epicentro, ya sea porque sus viviendas se derrumbaron o agrietaron, o porque temen que las endebles estructuras donde viven sucumban a los movimientos de tierra.
Legisladores y precandidatos demócratas, entre ellos la presidenta demócrata de la Cámara Baja Nancy Pelosi y el senador Bernie Sanders, habían pedido a Trump que respondiera a la solicitud de declaración de desastre que le había hecho el sábado la gobernadora de Puerto Rico, Wanda Vázquez Garced.
La gobernadora calculó en 110 millones de dólares los daños causados por los terremotos, la mayoría imperceptibles. Pero según una estimación del diario local El Nuevo Día en base a cifras de las alcaldías, en cinco de los seis municipios más afectados los daños conjuntos serían de 460 millones.
Vázquez Garced saludó la decisión del gobierno federal y dijo que la ayuda se centrará por el momento en la remoción de escombros y las medidas de protección de emergencia, es decir lo relativo a la reducción de riesgos y amenazas a la vida en temas como salud pública y seguridad.
«Con esta declaración podremos asistir a los hogares afectados. Agradecemos que el presidente haya considerado nuestra solicitud y haya activado estas ayudas que son muy importantes en estos momentos», dijo la gobernadora en un comunicado.
– Más de 1.000 sismos –
Los fondos federales habilitados por la declaración de desastre, cuyo monto no se especificó, estarán disponibles para las municipalidades de Guánica, Guayanilla, Peñuelas, Ponce, Utuado y Yauco, en el centro y sur.
Las viviendas en riesgo en esta zona montañosa son en su mayoría rudimentarias, levantadas artesanalmente por los residentes con escasos recursos y sin ninguna regulación antisísmica en su construcción.
«La asistencia puede incluir fondos para alojamiento temporal y reparaciones de las viviendas, préstamos a bajo costo para cubrir pérdidas de propiedades no aseguradas y otros programas de ayuda a individuos y comerciantes», añadió el comunicado de la Casa Blanca.
Según la Red Sísmica de Puerto Rico, en las dos primeras semanas de enero se han registrado 1.104 sismos, de los cuales 186 fueron percibidos por la población. En comparación, durante todo 2019 hubo 6.442 movimientos de tierra y sólo 62 fueron perceptibles.
«Lo más difícil es lo psicológico», dijo Wilfredo Rodríguez, de 31 años. Lleva una semana viviendo con sus hijos de seis y 10 años en una carpa en un refugio montado improvisadamente en el estacionamiento del estadio de Yauco.
Sólo va a su vivienda a bañarse, para volver rápidamente al refugio. «Tenemos miedo de que ocurra uno más fuerte y que estemos dentro de la casa», dijo a la AFP en el lugar.
Los sismos más fuertes ocurrieron este sábado, cuando un temblor de magnitud 5,9 sacudió el sur de la isla, y el martes de la semana pasada, cuando se registró un terremoto de 6,4.