Washington (AFP) – El presidente Donald Trump anunció este martes la «suspensión» al menos por 60 días de la inmigración legal permanente a Estados Unidos argumentando que con ello busca proteger el empleo en el país, muy golpeado por la crisis por la pandemia.
El mandatario ofreció los primeros detalles de un vago anuncio hecho en la noche del lunes, abordando un tema clave para su base conservadora en momentos en que se disparó el desempleo en el país debido a la crisis del coronavirus, que deja más de 43.000 muertos en Estados Unidos.
A seis meses de las elecciones en las que buscará la reelección, Trump explicó que la medida busca «proteger a los trabajadores estadounidenses», en un momento en que desde mediados de marzo 22 millones de personas han pedido ayuda tras perder sus empleos.
«Al suspender la inmigración, esto va a ayudar a los estadounidenses desempleados a que estén en primera línea cuando se reabra Estados Unidos», dijo Trump.
Según los datos oficiales, Estados Unidos otorgó el estatus de residente permanente a cerca de 577.000 personas en el año fiscal 2019.
«Esta orden sólo se aplica para individuos que buscan la residencia permanente, en otras palabras la Tarjeta Verde (green cards)», dijo el mandatario asegurando que no va a afectar los permisos temporales.
Sin el decreto publicado, Trump no especificó si esta medida afecta a los cónyuges de estadounidenses o a familiares de personas con Tarjeta Verde de residencia temporal.
– «Desviar la atención» –
En su anuncio de la noche del lunes, Trump evocó al «enemigo invisible» que afecta a Estados Unidos, el país con más infectados en la pandemia que deja 174.000 muertos en el mundo y más de 2,5 millones de casos confirmados.
Las restricciones y el confinamiento para intentar frenar el brote de este nuevo virus -para el cual no se tiene vacuna- ha provocado un frenazo en la economía global, que según el Fondo Monetario Internacional va a entrar en recesión en 2020.
Este parón también afecta a Estados Unidos, para quien el FMI augura una contracción de 5,9% y cuyos efectos en el empleo todavía están por verse en el informe mensual, ya que las peticiones semanales que se conocen hasta ahora sólo muestran un panorama parcial del daño en la economía.
El congresista de Texas Joaquín Castro denunció el lunes el anuncio migratorio del presidente como una maniobra que «busca desviar la atención del fracaso de Trump en detener la propagación del coronavirus».
«Es una medida de tipo autoritario para aprovecharse de la crisis y avanzar en su agenda contra la inmigración», añadió.
Su colega Jerry Nadler deploró que el presidente escogiera a los migrantes como chivos expiatorios en la crisis actual.
«La verdad es que muchos inmigrantes están en nuestras primeras líneas, protegiéndonos como doctores, enfermeras, ayudantes sanitarios, trabajadores agrícolas y empleados de restaurantes», escribió.
La lucha contra la migración, tanto legal como irregular, fue un tema central de la campaña de Trump en 2016 y un eje de su gobierno.
Este decreto probablemente sea desafiado en la justicia, pero en este ámbito el gobierno ha obtenido importantes victorias con el apoyo de la Corte Suprema, donde los jueces conservadores son mayoría.