Washington (AFP) – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió el jueves a Puerto Rico que la ayuda federal no será eterna para este territorio estadounidense en el Caribe arrasado por huracanes y asolado por una millonaria deuda.
«No podemos mantener a la FEMA (la agencia federal de gestión de emergencias), los militares y los socorristas, que han sido increíbles (en las circunstancias más difíciles) en Puerto Rico para siempre!», tuiteó el mandatario.
«La electricidad y toda la infraestructura eran un desastre antes de los huracanes. El Congreso decidirá cuánto gastar…», agregó.
Sumido en una grave crisis financiera, Puerto Rico fue azotado el 20 de septiembre por el huracán María, tras el violento embate del huracán Irma semanas antes.
La isla aún no se recupera de estos desastres, que dejaron al menos 44 muertos, y a gran parte de sus 3,4 millones de habitantes sin energía eléctrica, ni agua potable, ni servicio de telecomunicaciones.
Con 5.600 personas todavía en refugios, apenas 17% de abonados con electricidad y aún sólo 64% con acceso a agua potable, persiste el riesgo de que la crisis humanitaria se agrave.
Ante ese panorama, el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, solicitó el miércoles una ayuda económica adicional al Congreso estadounidense de 4.900 millones de dólares bajo el programa de auxilio a siniestrados Community Disaster Loan
Tras la visita la isla la semana pasada, Trump había pedido al Congreso que liberara un paquete de ayuda de 29.000 millones de dólares para Puerto Rico, de los cuales 16.000 millones estaban destinados para borrar una parte de la colosal deuda de este territorio estadounidense, estimada en 73.000 millones de dólares.
«No abandonamos a los estadounidenses en un momento de necesidad», dijo el jueves la líder demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
La legisladora dijo que tanto Puerto Rico como las vecinas Islas Vírgenes estadounidenses, otro territorio estadounidense en el Caribe golpeado por huracanes, «necesitan más ayuda, no menos, del gobierno federal».
Antigua colonia española, Puerto Rico se convirtió en territorio estadounidense a finales del siglo XIX antes de adquirir el estatus especial de Estado Libre Asociado en 1952.
Su declive económico comenzó en 2006 con el fin de las exenciones fiscales que atrajeron a las grandes multinacionales e impulsaron la actividad. Con la recesión económica y la caída de los ingresos aumentó la deuda, que motivó la declaración de bancarrota en mayo.
El sureste de Estados Unidos también sufrió el golpe de otros huracanes que dejaron muertos y millonarias pérdidas en agosto y septiembre: Harvey en Texas y Luisiana e Irma en Florida.
«Texas y Florida están haciendo grandes progresos, pero Puerto Rico, que ya estaba sufriendo por daños en infraestructura y una deuda masiva, está en problemas», tuiteó Trump el mes pasado.