Los Ángeles (California).- El gobierno de los Estados Unidos ha ordenado una revisión exhaustiva del proyecto del Tren de Alta Velocidad de California, que desde su inicio ha experimentado múltiples retrasos y un incremento exponencial en su costo. 

La Administración Federal de Ferrocarriles (FRA) evaluará si la Autoridad de Ferrocarriles de Alta Velocidad de California (CHSRA) ha cumplido con sus compromisos financieros y operativos, en un esfuerzo por decidir si los $4 mil millones de dólares asignados al proyecto seguirán en pie.

Originalmente, el tren de alta velocidad estaba diseñado para conectar San Francisco con Los Ángeles, con un presupuesto inicial de $33 mil millones y una fecha de finalización prevista para 2020. Sin embargo, hasta la fecha, solo el tramo entre Merced y Bakersfield está en desarrollo, y su costo ya supera el presupuesto inicial del proyecto completo. 

Las últimas estimaciones indican que la construcción de la línea completa podría costar hasta $106 mil millones, triplicando la cifra proyectada en sus inicios.

El secretario de transporte de Estados Unidos, Sean P. Duffy, justificó la revisión argumentando que el proyecto ha sido subsidiado por los contribuyentes durante demasiado tiempo sin resultados claros. 

«El presidente Trump tiene razón en que este proyecto necesita urgentemente una investigación», afirmó Duffy. «Si la CHSRA no ha cumplido con los compromisos que asumió para recibir miles de millones de dólares en fondos federales, tendré que considerar si ese dinero podría destinarse a proyectos de infraestructura más viables en otras partes del país».

Revisarán el futuro del tren de alta velocidad de California tras sobrecostos y retrasos
El secretario de transporte de Estados Unidos, Sean P. Duffy, justificó la revisión argumentando que el proyecto ha sido subsidiado por los contribuyentes durante demasiado tiempo sin resultados claros. Foto: Justin Chechourka

El informe más reciente de la Oficina del Inspector General del Ferrocarril de Alta Velocidad de California reveló que el tramo Merced-Bakersfield enfrenta un déficit de financiamiento de al menos $6,500 millones, a pesar de que el estado aún debe recibir más de $4,000 millones del gobierno federal. 

La misma auditoría determinó que este segmento, que se prevé transportará apenas 2 millones de pasajeros anuales debido a su limitada conexión con las principales ciudades del estado, probablemente no se completará antes de 2033.

A esta crisis financiera se suma un informe de marzo de 2023 del Grupo de Revisión de Pares de la CHSRA, que identificó una brecha de financiamiento de entre $92.6 y $103.1 mil millones para la construcción de la línea completa entre San Francisco y Los Ángeles. 

Este análisis refuerza las dudas sobre la viabilidad del proyecto y la necesidad de la investigación ordenada por la FRA.

El caso del tren de alta velocidad de California contrasta con el progreso de Brightline West, un proyecto ferroviario privado que busca conectar la región de Los Ángeles con Las Vegas. Brightline West prevé iniciar operaciones en 2028, destacando la rapidez y eficiencia con la que se está desarrollando en comparación con la iniciativa estatal.

El asambleísta de California Tom Lackey comparó la situación con una remodelación de vivienda.

Revisarán el futuro del tren de alta velocidad de California tras sobrecostos y retrasos
Originalmente, el tren de alta velocidad estaba diseñado para conectar San Francisco con Los Ángeles, con un presupuesto inicial de $33 mil millones y una fecha de finalización prevista para 2020. Foto: Justin Chechourka

«Si el contratista le dijera que el precio sería tres veces el acordado, sin una fecha de finalización a la vista, ¿continuaría con el proyecto?», dijo Lackey en un comunicado. 

Lackey formó parte de los 17 legisladores de California que enviaron una carta al presidente Donald Trump para alentarlo a examinar la viabilidad del proyecto, tras conocerse el informe de la Oficina del Inspector General del Ferrocarril de Alta Velocidad. En la misiva le pedían exigir cuentas por su mala gestión y sus promesas incumplidas.

«¿Por qué la HSRA no ha completado deliberadamente un análisis de riesgos de un plan que ha costado y seguirá costando a los contribuyentes miles de millones de dólares?», señalaba la carta.

«Se dijo a los votantes que más del 20 por ciento del proyecto se financiaría con fondos privados. En cambio, los contribuyentes se enfrentan a la realidad de tener que financiar por sí solos unos costes enormemente inflados para un proyecto que muchos nunca utilizarán ni verán completado».

La carta también resaltaba que, «según todos los parámetros, el tren de alta velocidad es un fracaso colosal».

Según las proyecciones más recientes, el costo total del tren de alta velocidad podría alcanzar los $128 mil millones, una cifra que ha crecido drásticamente desde los $38 mil millones estimados inicialmente.

Revisarán el futuro del tren de alta velocidad de California tras sobrecostos y retrasos
El informe más reciente de la Oficina del Inspector General del Ferrocarril de Alta Velocidad de California reveló que el tramo Merced-Bakersfield enfrenta un déficit de financiamiento de al menos $6.500 millones. Foto: Justin Chechourka

A pesar de las críticas, la CHSRA insiste en que el progreso es real y significativo. En respuesta a la investigación, el organismo publicó un mensaje en su cuenta de X en el que reafirma su compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas:  

«Agradecemos esta investigación y esperamos trabajar con socios federales. El tren de alta velocidad de California ha sido auditado más de 100 veces; se contabiliza cada dólar y el progreso es real: 50 estructuras construidas, 14.600 puestos de trabajo creados y 171 millas en construcción».

Para muchos legisladores y ciudadanos, la pregunta sigue siendo la misma: ¿debe el gobierno federal seguir invirtiendo en un proyecto que, tras 15 años y miles de millones de dólares gastados, aún no ha logrado completar ni una sola milla de vía operativa?

La respuesta podría determinar no solo el futuro del tren de alta velocidad en California, sino también la política de infraestructura de transporte en todo el país.