Trasladan a pandilleros a cárcel de máxima seguridad en El Salvador
Presos, miembros de las pandillas Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18, llegan al penal de máxima seguridad en Zacatecoluca, 65 kilómetros al este de San Salvador, el 9 de agosto de 2017 © AFP Marvin RECINOS

San Salvador (AFP) – Un total de 48 peligrosos pandilleros involucrados en homicidios de policías y soldados fueron trasladados este miércoles al penal de máxima seguridad en Zacatecoluca, en el centro de El Salvador, informó la policía.

Los reos fueron llevados a esa cárcel con condiciones más severas de detención luego de que se les consideró responsables de ordenar ataques contra agentes de seguridad desde su anterior centro presidiario.

«Se ha realizado el traslado hacia este lugar (penal de Zacatecoluca) de un total de 48 individuos vinculados a estructuras criminales que han estado cometiendo hechos contra miembros de la Policía, Fuerza Armada y otras instituciones del Estado», declaró el director de la policía, Howard Cotto.

Bajo fuertes medidas de seguridad fueron movilizados al menos unos 38 cabecillas de la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13) desde el penal de Izalco, en el oeste del país, según Cotto.

También, fueron llevados a Zacatecoluca 10 pandilleros que estaban en bartolinas de la policía, incluyendo el pastor evangélico Ángel Antonio Derás, de la pandilla Barrio 18, detenido el 18 de julio pasado luego de abandonar el cadáver del agente Víctor Díaz en una carretera cercana a la capital.

Fue trasladado además el pandillero Luis Alberto Castillo, uno de los 100 cabecillas más buscados por participar en la muerte de 11 personas y ordenar el homicidio de otras ocho, incluidos policías, soldados, agentes municipales y empleados judiciales.

«Hemos venido atacando fuertemente a las estructuras (criminales) que identificamos», destacó Cotto, para acotar que en lo que va del año han muerto 277 pandilleros en tiroteos con miembros de otros grupos delictivos.

En lo corrido de 2017 El Salvador acumula un promedio de 54 homicidios por cada 100.000 habitantes, en su mayoría atribuidos a la violencia generada por las pandillas, que cuentan con unos 70.000 miembros -cerca de 16.000 encarcelados-.