San Salvador (AFP) – Un total de 1.022 pandilleros presos en El Salvador fueron traslados de un recinto penitenciario a otro, acusados de dirigir atentados contra personal de seguridad, informó este sábado el ministerio de Justicia y Seguridad Pública.
Los traslados se realizaron en el complejo de Izalco, que incluye tres cárceles y una granja penitenciaria, a unos 65 kms al oeste de San Salvador, consignó un comunicado del ministerio
La operación llevó a 380 pandilleros del recinto conocido como Fase Uno al espacio llamado Fase Dos, mientras que 642 hicieron el recorrido inverso, precisó la nota oficial.
El objetivo de los traslados es cortar la comunicación que los pandilleros mantenían con el exterior para «dirigir atentados» contra los efectivos de seguridad.
La noche del viernes, después de que una banda de delincuentes asaltara a pasajeros de un autobús, en el oeste del país, el presidente Nayib Bukele ordenó al director de Centros Penales, Osiris Luna, endurecer las medidas en las cárceles con un estado de emergencia indefinido.
Desde hace una semana, las 28 cárceles del país están en estado de emergencia con lo cual aumentan las horas de encierro de los internos en las celdas y se suspenden las visitas.
También desde el pasado lunes, las empresas de telefonía bloquearon las señales alrededor de las cárceles para evitar la comunicación de los delincuentes con el exterior.
Las pandillas en El Salvador tienen unos 70.000 miembros, de los cuales casi 17.000 están encarcelados.
Con un promedio de 51 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2018, en su mayoría atribuidos a las pandillas, El Salvador se mantiene como una de las naciones sin guerra más violentas del mundo.
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