Base de la Fuerza Aérea Espacial Vandenberg (California).— El observatorio astrofísico más reciente de la NASA, SPHEREx, ha sido lanzado con éxito para explorar los orígenes del universo, la historia de las galaxias y la presencia de los componentes esenciales para la vida en nuestra galaxia.
Este innovador telescopio despegó el 11 de marzo desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg en California, a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX.
Junto a SPHEREx, también fueron enviados al espacio cuatro pequeños satélites de la misión PUNCH, diseñada para estudiar el viento solar.
La misión SPHEREx (Espectrofotómetro para la Historia del Universo, Época de Reionización y Explorador de Hielos) es gestionada por el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA y contará con el apoyo de científicos de 10 instituciones en Estados Unidos, así como de Corea del Sur y Taiwán.
Su objetivo es crear un mapa tridimensional de todo el firmamento cada seis meses, complementando el trabajo de telescopios como el James Webb y el Hubble. Para ello, empleará una técnica denominada espectroscopía, que permitirá medir la distancia a 450 millones de galaxias y analizar el brillo colectivo de todas ellas, proporcionando pistas sobre su formación y evolución.
Este ambicioso proyecto busca responder algunas de las preguntas más fundamentales de la humanidad: ¿Cómo se formó el universo? ¿Qué condiciones permitieron la aparición de la vida? SPHEREx analizará la presencia de hielo de agua congelado y moléculas esenciales como el dióxido de carbono en nuestra galaxia, lo que podría aportar datos clave sobre la existencia de ingredientes básicos para la vida.
Por su parte, la misión PUNCH (Polarímetro para Unificar la Corona y la Heliosfera) tiene el propósito de estudiar la transición de la atmósfera exterior del Sol en el viento solar, una corriente de partículas cargadas que se extiende a través del sistema solar y puede afectar a satélites, comunicaciones y astronautas.
Durante un período de 90 días, los cuatro satélites de PUNCH se alinearán para actuar como un único instrumento virtual, proporcionando observaciones detalladas en tres dimensiones sobre la evolución del clima espacial y las eyecciones de masa coronal.
Ambas misiones operarán en una órbita baja heliosíncrona, asegurando que el Sol permanezca siempre en la misma posición respecto a las naves espaciales. Esto permitirá que SPHEREx evite la luz y el calor del Sol, garantizando la calidad de sus observaciones, mientras que PUNCH tendrá una visión despejada de la corona solar.
Tras su lanzamiento, los controladores del JPL establecieron comunicación con SPHEREx unos 90 minutos después y el observatorio entrará en un período de pruebas de un mes antes de iniciar su misión principal de dos años. De igual manera, los satélites de PUNCH completaron su separación con éxito 53 minutos después del lanzamiento y ahora comienzan su fase de calibración.
Científicos de la NASA, como James Fanson, director del proyecto SPHEREx en el JPL, han destacado la relevancia de estas misiones, afirmando que estamos en una era en la que la ciencia nos permite abordar preguntas fundamentales sobre nuestro origen y el universo.
Por su parte, Craig DeForest, investigador principal de PUNCH, subrayó la importancia de comprender cómo los vientos estelares afectan el clima espacial y, en última instancia, la vida en la Tierra.
El éxito de estas misiones representa un avance crucial en la astrofísica moderna, ofreciendo un panorama sin precedentes sobre la estructura del universo y los efectos del viento solar en nuestro sistema planetario.
En los próximos años, los datos recopilados por SPHEREx y PUNCH permitirán a los científicos profundizar en el conocimiento del cosmos, respondiendo a preguntas que han intrigado a la humanidad desde hace siglos.