Cannes (Francia) (AFP) – Con una fábula sobre el duelo de una adolescente, en la que la muerte es como un «juego», la joven directora Sofía Quirós presentó este domingo en Cannes el primer largometraje de Costa Rica en la historia del certamen.
«Ceniza negra», ópera prima de Quirós, cuenta la historia de Selva, una adolescente soñadora que vive con su abuelo y la compañera de este en una pequeña localidad caribeña. Rodeada de naturaleza, aprende a sobreponerse de la muerte de su madre.
Programado en la Semana de la Crítica, una sección paralela, el filme es el primer largometraje de Costa Rica proyectado en el mayor certamen de cine del mundo. En 2017, Quirós ya presentó un cortometraje, «Selva», en esta sección, convirtiéndose en la primera edición del certamen con presencia costarricense.
«Que seamos la primera película de Costa Rica en Cannes y que además la forma en que la hemos hecho sea tan honesta con lo que nosotros pensamos es un doble premio, para el cine costarricense y el cine independiente latinoamericano», explica a la AFP la directora.
La cineasta comenzó a pensar en el tema de la muerte observando a una prima suya de cinco años que perdió a su madre.
«Me empecé a maravillar con la naturalidad de los niños. Ellos entienden la muerte como un proceso natural», cuenta Quirós, de nacionalidad costarricense y argentina.
«La muerte se convirtió en una especie de juego. Ella jugaba a los cementerios, a enterrar cosas… Entendía la muerte desde el juego y desde un lugar más lúdico y natural».
A partir de ahí, fue construyendo el personaje de Selva, teniendo presente que para los «niños y adolescentes la muerte puede ser una experiencia mágica y sanadora».
Para superar la muerte de su madre, la niña, interpretada por una magnética Smachleen Gutiérrez, se sumerge en un universo poblado de elementos mágicos, como su amiga Winter, con la que realiza enigmáticos rituales.
El punto de partida para recrear este mundo mágico fue el «símbolo de la serpiente», que cambia de piel, y que refuerza la idea de que los niños ven la muerte como «un proceso natural, de transformación, donde nacemos, morimos, nos convertimos en algo más, en otra energía», reiteró la cineasta.
– «100% femenina» –
Rodada en la provincia de Limón, la naturaleza exuberante de esta zona caribeña también tiene un papel importante en el aprendizaje de Selva.
Mediante los elementos naturales, la directora buscaba mostrar la «evolución del personaje en este duelo a través de la naturaleza y cómo va transitando este dolor, este coraje, que va asumiendo a lo largo de la película a través de la fuerza de la naturaleza, del mar».
La joven intérprete Smachleen Gutiérrez ya protagonizó el cortometraje «Selva», en 2017, y desde entonces, ha estado trabajando con Quirós para mantener un lado lúdico y natural en su actuación, y crear una figura «más desde la infancia que desde la adolescencia».
El hecho de que el equipo del filme fuera mayoritariamente femenino tuvo una influencia en la creación del personaje. «La construcción de la fortaleza del personaje y del empoderamiento femenino de la historia tiene que ver con que la génesis del proyecto» fue «100% femenina», asegura la directora.
A propósito de esta presencia femenina, Quirós considera que el emergente cine costarricense «tiene una particularidad, y es que tiene muchas películas de mujeres y muchas productoras mujeres» y, aunque también hay directores y productores hombres, «las historias más auténticas, más autorales, más arriesgadas están siendo lideradas por mujeres».
La Semana de la Crítica, cuyo jurado está presidido por el colombiano Ciro Guerra, incluye además el cortometraje «Lucía en el limbo», de la también costarricense Valentina Maurel.