París (AFP) – Desde el muelle de Valongo, en Brasil, hasta la ciudad modernista de Asmara, en Eritrea, 34 sitios del mundo, algunos sensibles como Hebrón, esperan ser incluidos en la lista del patrimonio universal de la UNESCO, cuyo comité ad hoc se reúne del 2 al 12 de julio en Cracovia (Polonia).
Siete sitios naturales, 26 culturales y uno mixto podrían sumarse a los 1.052 lugares que ya gozan del estatus que les reconoce un «valor universal excepcional», que se debe preservar ante todo.
Entre los naturales, destacan el Parque Nacional Los Alerces —que ocupa 260.000 hectáreas en la precordillera de los Andes en Argentina— y los bosques primarios de hayas en los Cárpatos y otras regiones europeas, entre ellas España.
Formar parte de la lista, una cuestión de orgullo nacional, puede disparar la asistencia de turistas y facilitar ayudas económicas, pero también engendrar polémicas nacionales o roces diplomáticos.
Después de las resoluciones de la UNESCO sobre Jerusalén, que suscitaron protestas por parte de Israel al ser considerado «potencia ocupante», el comité tratará otro caso espinoso: la inscripción, solicitada por los palestinos de forma urgente, de la ciudad vieja de Hebrón, que alberga la Tumba de los Patriarcas donde se encontrarían los restos de Abraham, padre de las tres religiones monoteístas.
– Decisiones técnicas –
«La geopolítica es complicada en esta región», admitió Mechtild Rössler, directora del centro de patrimonio mundial de la UNESCO, pero insistió en que «no se trata de política». «Las decisiones son técnicas y el objetivo es preservar patrimonios de un valor excepcional».
Para el ministerio de Relaciones Exteriores israelí, la inclusión de esa ciudad de Cisjordania reflejaría una «politización de la organización».
«Pese a las decepciones pasadas, esperamos que un número suficiente de Estados miembros se oponga a esta iniciativa, que podría crear una nueva división política en la UNESCO», declaró el ministerio, juzgando «infundada» la solicitud.
Los judíos reivindican una presencia de 4.000 años en Hebrón.
Los debates sobre los nuevos nombramientos tendrán lugar entre el 7 y el 9 de julio. El comité, formado por 21 países, examinará durante los días anteriores el estado de conservación de los bienes que ya integran la lista.
Se han propuesto cinco para ser trasladados a la categoría de «patrimonio en peligro» incluyendo, por tercer año consecutivo, el valle de Katmandú, azotado por un violento sismo en 2015. Nepal no está de acuerdo, por temor a espantar a los turistas.
También podrían ser declaradas en peligro las 244 islas y áreas protegidas del Golfo de California (México), un «laboratorio» para los científicos en el que se encuentran el 39% y el 33% del total mundial de las especies de mamíferos marinos y de cetáceos, respectivamente.
Otro candidato es el casco antiguo de Viena, a causa de un importante proyecto arquitectónico, muy criticado localmente, y que prevé la construcción de una torre de 66 metros (muy por encima del máximo de 43 metros permitido por la UNESCO para este sitio).
«En 1999-2000 ya advertimos sobre un proyecto enorme, que fue retirado. Creía que habían aprendido la lección. Me equivoqué», comentó Rössler.
– Art déco en África –
Entre los sitios culturales, destaca el Muelle de Valongo en Brasil, considerado la puerta de entrada de los esclavos africanos en el país y donde un montón de bloques de piedra se han convertido en testigos dolorosos de su historia.
La isla española de Menorca presentó una candidatura para incluir varios de sus yacimientos talayóticos «que mejor sintetizan la prehistoria insular», un periodo que va desde 2500-2100 aC, hasta la conquista romana, el 123 aC, según sus promotores.
También está la propuesta de incluir a Asmara, una ciudad modernista de África con cines art decó, estaciones de servicio futuristas y edificios de «la Italia Fascista», según el dosier de la candidatura de Eritrea, que estuvo colonizado por Italia desde finales del siglo XIX hasta la Segunda Guerra Mundial.
México aspira además a incluir un sitio mixto, el árido Valle de Tehuacán-Cuicatlán, con vestigios evocadores del origen de la agricultura y la transición de los cazadores-recolectores a las sociedades neolíticas sedentarias y una importante reserva animal, con 141 especies de aves, entre ellas el colibrí, un importante colonizador para algunos cactus.
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