El Senado argentino aprueba el reclamo de los pueblos indígenas y pasa a Diputados
Habitantes de pueblos originarios de Argentina reclaman la prórroga de una ley que suspende los desalojos de sus comunidades, el 27 de septiembre de 2017 en Buenos Aires © AFP JUAN MABROMATA

Buenos Aires (AFP) – Los pueblos originarios de Argentina lograron este miércoles el voto favorable del Senado a su reclamo de prórroga de una ley que suspende los desalojos de sus comunidades, una demanda que ahora deberá tratar la Cámara de Diputados.

«Por unanimidad la Cámara alta dio ‘media sanción’ a la prórroga de la Ley de Emergencia de la Propiedad Comunitaria Indígena que suspende los desalojos en tierras habitadas por los pueblos originarios», informó el Senado en un comunicado.

Si la prórroga es aprobada por la Cámara de Diputados, será por un plazo de 4 años.

Antes de la votación, representantes de pueblos originarios marcharon por su reclamo e instalaron en los últimos cinco días un campamento frente al Congreso.

Los manifestantes buscan que el Congreso prorrogue por tercera vez la norma aprobada en 2006 y que preveía realizar en un plazo de tres años un estudio territorial de los lugares de Argentina en donde están establecidas las comunidades indígenas.

La norma ya fue prorrogada en 2009 y 2013 y vence en noviembre próximo.

«La ley lleva 11 años y de las 2.000 comunidades (indígenas) que existen en el país, solo han sido relevadas 400, nada más. Hay 1.600 que están esperando», dijo a la AFP Roberto Ñancucheo, un líder mapuche que participó de la protesta.

El objetivo no es solo la prórroga de la ley sino que se termine este estudio y se apruebe «una ley de propiedad comunitaria», explicó.

Ñancucheo insistió en que el Estado argentino «tiene una deuda de 200 años con los pueblos originarios» pero aclaró que en esta ocasión están «reclamando que paren lo que ocurrió en Argentina en los últimos 20 años».

«Existen conflictos en todo el país. Son territorios desalojados por los sojeros, las mineras, los empresarios», agregó.

Aseguró que «los indígenas no tenemos más dónde recular. Ni siquiera es una cuestión de valentía, coraje ni de resistencia».

«No puede haber esta injusticia de un empresario con un millón de hectáreas y un pueblo mapuche que no tiene donde vivir, como lo que vivimos con el empresario Benetton», insistió.

El empresario italiano Luciano Benetton es dueño de unas 900.000 hectáreas en la Patagonia, donde comunidades mapuches reclaman tierras ancestrales al sostener que ellos son pueblos preexistentes al Estado argentino.

El reclamo se renueva cuando todas las miradas del país se posaron en la comunidad mapuche Pu Lof en Resistencia, instalada en terrenos que compró Benetton en los años 90, y donde desapareció el 1 de agosto el joven Santiago Maldonado, solidario con la causa de ese pueblo, durante un violento operativo de la gendarmería (policía militar)