San Salvador (AFP) – Centenares de salvadoreños dieron este martes una emotiva bienvenida al arzobispo auxiliar Gregorio Rosa Chávez, recién nombrado cardenal por el papa Francisco.
«Bienvenido cardenal Rosa Chávez», se podía leer en decenas de pancartas que los feligreses mostraban durante un acto litúrgico frente al aeropuerto internacional que lleva el nombre del asesinado arzobispo Óscar Arnulfo Romero.
«Estoy contento de volver a la patria, traigo un mensaje del santo padre de esperanza, de gozo y de paz», exclamó el cardenal, quien llegó con su sotana roja a la terminal aérea donde le recibió el presidente, Salvador Sánchez Cerén, y religiosos encabezados por el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar.
Al hablar ante los centenares de feligreses que se agolparon en el aeropuerto, Rosa Chávez dijo que «hay mucha esperanza» y confió en que la energía emanada con su nombramiento conduzca a «un país en paz, solidario, justo y fraterno».
En la ruta del aeropuerto a la capital, grupos de feligreses con banderas del Vaticano y de El Salvador daban la bienvenida al nuevo cardenal.
Tras un breve acto litúrgico en el Cristo de la Paz, en la entrada a la capital, Rosa Chávez se dirigió a la catedral de San Salvador donde rindió un homenaje al beato Óscar Arnulfo Romero, cuyos restos yacen en una cripta.
Rosa Chávez adelantó una próxima «gran marcha» desde San Salvador hasta Ciudad Barrios, en el noreste del país, cuna del beato Romero.
Para Teresa Barrea, de 58 años, el cardenalato de Rosa Chavez «es un reconocimiento del Papa a su humildad y a su cercanía con los pobres».
El vicario castrense Fabio Colindres, comentó que el cardenal «es un hombre con una trayectoria impecable» en la iglesia salvadoreña, que en su lista de mártires tiene a una veintena de sacerdotes y a centenares de laicos.
El nuevo cardenal cerró la jornada de este martes con una misa de acción de gracias en la iglesia San Francisco, en un céntrico sector de la capital donde acuden personas pobres en busca de ayuda.