Barcelona (España), 18 oct (EFE).- El templo de la Sagrada Familia de Gaudí, uno de los monumentos más visitados de España, pagará a la ciudad de Barcelona 36 millones de euros en diez años para contribuir a los gastos municipales que genera y recibirá las licencias de construcción de las que hasta ahora carece.
El Ayuntamiento de Barcelona y la Junta Constructora de la Sagrada Familia anunciaron hoy que tras dos años de negociaciones han cerrado un acuerdo que regulariza la construcción del templo, que comenzó en 1882 y aún sigue inacabada.
La Sagrada Familia es el monumento más concurrido de Barcelona, con 4,5 millones de visitas anuales al interior y alrededor de 20 millones que la observan desde fuera, un flujo que genera problemas de masificación en su entorno inmediato.
Así, el templo aportará durante los próximos diez años un total de 36 millones de euros (42 millones de dólares) para contribuir a los gastos municipales de urbanización, movilidad y mantenimiento en el entorno de la famosa iglesia, obra cumbre del arquitecto Antoni Gaudí, uno de los iconos del estilo modernista.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, subrayó hoy en rueda de prensa que se trata de un «acuerdo histórico», no solo porque «resuelve la anomalía» de que el monumento más visitado de la ciudad se esté haciendo sin licencias, sino «sobre todo por la corresponsabilidad en el encaje» de la Sagrada Familia en la ciudad que asumen ambas instituciones.
El Ayuntamiento se ha comprometido a tener aprobado un plan urbanístico que permita a la Sagrada Familia obtener la licencia de obras en el primer trimestre de 2019 y así regularizar la situación de la parte construida, explicó Colau.
Sobre el dinero que aportará la Sagrada Familia, la alcaldesa explicó que 22 millones de euros se destinarán a mejorar el transporte público a partir de 2019, y otros siete millones servirán para financiar un acceso subterráneo al recinto del templo desde la línea 2 del metro.
Otros cuatro millones se emplearán en la urbanización de las calles que rodean la basílica, y tres millones -300.000 euros anuales- serán para mejorar espacio público y colaborar en su limpieza.