Brasilia (AFP) – La ONG francesa Reporteros Sin Fronteras (RSF) contabilizó 580 ataques a la prensa en Brasil en 2020, en su mayoría de la familia del presidente ultraderechista Jair Bolsonaro.
El informe señala asimismo que la tendencia se mantiene en las primeras semanas de este año, con declaraciones de Bolsonaro que responsabilizan a los medios de comunicación del «pánico» y la «pérdida de vidas» por la pandemia del coronavirus.
«A causa de las constantes presiones del presidente de Brasil y su entorno, en 2020 se ha visto que las condiciones de trabajo de los periodistas brasileños se deterioraban ampliamente», escribe la ONG en su último informe trimestral.
Según el texto, que en portugués se titula «Un año sombrío para la libertad de prensa en Brasil», el 85% de los ataques perpetrados por el «sistema Bolsonaro» provinieron del mandatario (103) y de sus tres hijos dedicados a la política, el diputado Eduardo (208), el concejal de Rio de Janeiro Carlos (89) y el senador Flávio (69).
La mayoría se dieron a través de las redes sociales, especialmente Twitter (408), precisa RSF, que degrada la posición de Brasil del puesto 105 en 2019 al puesto 107 de su Ránking Mundial de Libertad de Prensa, integrado por 180 países.
Entre los blancos mas frecuentes figuran el grupo Globo y el diario Folha de S.Paulo.
De 63 ataques personales, 31 estuvieron dirigidos a mujeres, muchas veces con propósitos «de carácter sexista».
La semana pasada, la justicia brasileña condenó en primera instancia a Eduardo Bolsonaro a indemnizar a la periodista Patricia Campos Mello por «daños morales», tras haber afirmado en mayo pasado que la conocida reportera del diario Folha «intentó seducir» a una persona para obtener informaciones contra el presidente Bolsonaro.
El informe también denuncia la politización «de los organismos independientes y oficiales» y la proliferación de «las causas judiciales abusivas contra los periodistas y los medios de comunicación», alentadas por el discurso del sistema Bolsonaro contra los medios.
La ONG menciona ejemplos de este año, como cuando el mandatario dijo que algunos medios son «peores que la basura, porque la basura se puede reciclar», o que la prensa «no sirve para nada» y no está hecha más que de «rumores y mentiras constantes».
RSF afirma que Bolsonaro «optó por arremeter contra la prensa y señalarla como chivo expiatorio» ante la dramática propagación del coronavirus, que ya mató a 217.000 personas en Brasil, un balance superado solo por Estados Unidos.
«La prensa es la responsable del pánico en el país y de la pérdida de vidas durante la pandemia, una vergüenza nacional».
Bolsonaro ganó las presidenciales de 2018 con un discurso muy crítico con los medios de comunicación, y desde entonces no ha dejado de proferir insultos y comentarios despectivos hacia periodistas, llegando a abandonar entrevistas y ruedas de prensa.