Río de Janeiro (AFP) – Rio de Janeiro realizó este sábado varios homenajes dedicados a Marielle Franco, la concejal de izquierda asesinada a sangre fría hace exactamente un mes.
Los actos se diseminaron desde temprano por varias plazas de la ciudad para facilitar la participación de un número mayor de personas, explicó el diputado estatal Marcelo Freixo, amigo de Franco.
«Nuestro día a día no está hecho sólo de militancia. Está hecho de dolor, de añoranza», afirmó Freixo al participar de uno de los homenajes en la plaza Largo do Machado, cuyo monumento central fue adornado con telas y globos de colores brillantes, así como con mensajes cuestionando: «¿Quién mandó matar a Marielle?».
«Estamos haciendo lo que ella haría si estuviese aquí. Estaría aquí entre nosotros», añadió.
Franco, una socióloga de 38 años oriunda de una favela, fue acribillada dentro de su automóvil junto con Anderson Gomes, el conductor que la transportaba, en un episodio que conmovió al país, pero que aún no fue esclarecido.
«Nos sentimos abrazados en actos como este, porque demuestra que su trabajo no fue en vano. Marielle está presente hoy y siempre», dijo por su lado Anielle Barboza, hermana de la concejal.
Amnistía Internacional exigió la víspera que las autoridades brasileñas resuelvan el crimen y este sábado colocó frente a la División de Homicidios que investiga el crimen varios carteles con la leyenda «¿Quién mató a Marielle?».
«Un mes después del asesinato de Marielle Franco, aún no tenemos una respuesta de parte del Estado sobre quién la mató, ni quién la mandó matar. La investigación no está concluida y las autoridades no están hablando sobre el caso», dijo a la AFP Renata Nader, de Amnistía Internacional Brasil.
Franco era una aguda crítica de la violencia policial y de las ejecuciones extrajudiciales en las barriadas pobres. Su figura como portavoz de minorías, en particular de las mujeres negras y de la comunidad LGBT, estaba en pleno crecimiento luego de que se convirtiera en la quinta concejal más votada de Rio.
La investigación en Brasil, un país donde la gran mayoría de los homicidios quedan impunes, parece estancada.
El ministro de Seguridad Pública, Raúl Jungmann, había confirmado el origen policial de las balas utilizadas, robadas según él «hace años» a esa fuerza, a más de 2.000 kilómetros de Rio. Pero no hay detenidos por el caso.
Entre otros homenajes este sábado también fue oficiada una misa en el centro de Rio y una caminata vespertina recorrió la ruta de Franco el día que perdió la vida.
Esa noche fueron efectuados 13 disparos desde un vehículo a solo dos metros de distancia, todos dirigidos al lugar en el que estaba sentada la concejala del Partido Socialismo y Libertad (PSOL, izquierda), pero que también acabaron matando a Gomes y rozaron a una asesora de Marielle.
La joven política, que venía de participar de un debate público, recibió cuatro impactos.