Nueva York (AFP) – Juicio de Juan Antonio Hernández, hermano del presidente de Honduras acusado de tráfico de cocaína «en gran escala» a Estados Unidos, sufrió el jueves un revés cuando el juez a cargo de su caso rechazó sus mociones para obtener más información sobre los cargos y anular un interrogatorio que le hizo la DEA.
En una audiencia de casi tres horas en un tribunal de Manhattan, el juez Kevin Castel rechazó la solicitud de la defensa para que la fiscalía precise cuáles son los nombres de los supuestos co-conspiradores del acusado, y las fechas y lugares donde presuntamente se reunieron para coordinar el tráfico de drogas, entre otros detalles.
El juez negó el pedido porque «hay cierta información que plantea un riesgo sustancial a la seguridad de otras personas» y «al juicio».
«El gobierno ya reveló la identidad de uno de los testigos cooperantes», dijo el juez, sin mencionar a nadie aunque se presume que se trata de Devis Leonel Rivera Maradiaga, exlíder del cartel hondureño Los Cachiros.
La defensa argumenta que Hernández, de 41 años, no sabe exactamente por qué es acusado de cuatro delitos: conspiración para importar cocaína a Estados Unidos de 2004 hasta 2016, dos cargos de uso y posesión de armas ligados al narcotráfico y por hacer declaraciones falsas a agentes federales.
El gobierno estadounidense asegura que el acusado, miembro del Congreso nacional de Honduras entre enero de 2014 y enero de 2018, estuvo involucrado en procesar, recibir, transportar y distribuir múltiples cargamentos de cocaína que llegaban a su país en avión, lanchas rápidas y, al menos una vez, en un submarino.
El hermano del mandatario Juan Orlando Hernández tenía acceso a laboratorios de cocaína en Honduras y Colombia, en alguno de los cuales la droga era etiquetada con sus iniciales «TH», según la fiscalía.
Si es hallado culpable, enfrenta un mínimo de cinco años de prisión y un máximo de cadena perpetua.
El juez Castel también negó la moción de los abogados de Hernández para eliminar el testimonio incriminador que dio a agentes de la agencia antidrogas DEA el 23 de noviembre de 2018, tras ser arrestado en el aeropuerto de Miami.
La defensa pedía que ese testimonio no sea tenido en cuenta en el juicio que comenzará el 30 de septiembre porque supuestamente en ese momento el acusado tenía un abogado, Manuel Retureta, y este no fue contactado para autorizarlo, como indica la ley.
Pero el fiscal Emil Bové argumentó que el propio Hernández quiso seguir con el interrogatorio, y que en el momento del arresto Retureta no era aún su abogado. Los agentes dejaron de todos modos tres mensajes de voz en su celular «por cortesía».
«Los agentes (de la DEA) realmente querían entrevistarlo porque es el hermano del presidente de Honduras, que es el blanco de su investigación», señaló el abogado defensor Michael Tien.
El acusado entró a la corte vestido con un traje de presidiario azul, sonrió y charló animado con Tien, que le palmeó la espalda un par de veces.