Puerto Príncipe (AFP) – Una serie de artículos del diario The New York Times publicados durante el fin de semana arrojan luz sobre la trágica historia de la independencia de Haití y la astronómica deuda que el país tuvo que pagar con Francia en el siglo XIX, un tema poco explotado por la clase política haitiana.
Luego de varios meses de análisis de archivos, el medio estadounidense estimó que los pagos efectuados desde 1825 por la primera república negra independiente de la historia, para indemnizar a los antiguos colonos esclavistas, «le costaron al desarrollo económico de Haití entre 21.000 y 115.000 millones de dólares en pérdidas sobre dos siglos, o de una a ocho veces el Producto Interno Bruto (PIB) del país en 2020».
Si bien la publicación es ampliamente compartida y comentada en las redes sociales, prevalece un completo silencio tanto de las autoridades de Puerto Príncipe como de sus opositores.
«Los políticos haitianos tienen la desafortunada tendencia a funcionar solo en el presente», declaró el lunes a la AFP el historiador haitiano Pierre Buteau.
«A los políticos solo les interesa la lucha por el poder», lamenta.
Destitución del presidente reivindicativo –
La renuencia de los líderes haitianos a abrazar esta causa también puede explicarse por el intervencionismo occidental en el pasado reciente del país caribeño.
En 2003, el entonces presidente Jean-Bertrand Aristide había hecho de la cuestión de esta deuda de independencia su caballo de batalla, cuantificando, al pie de la letra, la cantidad recibida por Francia en más de 21.000 millones de dólares.
Ante una insurrección armada y una revuelta popular, que denunciaba violaciones de los derechos humanos, fue derrocado del poder en febrero de 2004, bajo fuertes presiones estadounidenses, francesas y canadienses.
Entrevistado casi dos décadas después por The New York Times, Thierry Burkard, el embajador de Francia en ese momento, admitió que había «cierta» conexión entre la destitución de Aristide y sus demandas de restitución de esta deuda.
Al declarar su independencia el 1° de enero de 1804, Haití estaba desterrado de las naciones de un mundo entonces dominado por poderes esclavistas.
«La forma en que durante siglo y medio Haití tuvo que pagar a Francia por haber querido ser libre, (…) es toda la integración internacional de Haití la que se ha visto comprometida», analizó el economista francés Thomas Piketty en el lanzamiento, en 2019, de su libro «Capital e ideología» en el que analiza ampliamente el problema de la deuda de independencia de Haití.
Torre Eiffel financiada con dinero haitiano –
Los pagos exigidos por Francia privaron a la economía haitiana de recursos vitales para su desarrollo tanto como permitieron la prosperidad de su antigua metrópoli.
The New York Times ha mostrado cómo, a finales del siglo XIX, el banco CIC (Crédit Industriel et Commercial) repatrió a Francia, a través de préstamos tóxicos que supuestamente ayudarían al gobierno de Haití a amortizar su deuda, los ingresos del joven banco nacional haitiano.
Este capital permitió posteriormente a la banca parisina financiar, en particular, la construcción de la famosa Torre Eiffel en París.
La actual empresa matriz del CIC reaccionó este lunes a las revelaciones de los medios estadounidenses.
«Porque es importante arrojar luz sobre todos los componentes de la historia de la colonización, incluso en la década de 1870, el banco mutual financiará trabajos académicos independientes para arrojar luz sobre este pasado», anunció Crédit Mutuel en un comunicado de prensa.
A través de su trabajo de investigación, The New York Times también arroja luz sobre el saqueo de las reservas de oro haitianas por parte de soldados estadounidenses a principios del siglo XX.
«17 de diciembre de 1914. Ocho infantes de marina estadounidenses cruzan el umbral del Banco Nacional de Haití a primera hora de la tarde y salen con sus brazos cargados con cajas de madera llenas de oro. Valor del cargamento: 500.000 dólares», sostiene el periódico.
Estos hechos precedieron a la invasión de Haítí por parte de militares estadounidenses, que ocuparon el país caribeño entre julio de 1915 y 1934.
Estados Unidos tomó el control directo de las finanzas haitianas hasta una década después de la partida de sus tropas.