Chetumal (México).- En un esfuerzo por preservar y enaltecer el patrimonio cultural de Quintana Roo, especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) están llevando a cabo la restauración de una vestimenta histórica que perteneció a uno de los personajes más emblemáticos de la región, el Almirante Tomás Othón Pompeyo Blanco Núñez de Cáceres.
Este uniforme no solo representa un recuerdo de la valiosa historia militar de México, sino que también sirve como testimonio de los turbulentos tiempos durante la Guerra de Castas entre 1847 y 1901.
La restauración está a cargo de Abril Rebeca Buendía Sánchez, quien dirige el proyecto en representación del INAH en Quintana Roo, con la colaboración de Rosa Lorena Román Torres, restauradora titular del Seminario Taller de Restauración de Textiles de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM), y de estudiantes especializados en la materia.
Este equipo de expertos se ha dado a la tarea de revivir la esencia de las prendas que conformaban el uniforme militar del almirante, quien jugó un papel crucial en la defensa y delimitación de la frontera sur de México.
El trabajo de restauración se ha presentado en varias plataformas, incluyendo una conferencia titulada «Textiles, narradores de historias y personajes. El caso Othón P. Blanco», realizada en la biblioteca del Centro INAH Quintana Roo. En este evento se expuso no solo los avances de la restauración, sino también el profundo contexto histórico que rodea las prendas y la figura del Almirante.
El uniforme, compuesto por una camisa, pantalón y una casaca conocida como «La Guerrera», fue exhumado junto con los restos del almirante el 1 de mayo de 1998 para luego ser cremados y sus cenizas depositadas en un monumento en su honor, ubicado al lado del Palacio de Gobierno de Chetumal.
Desde entonces, las prendas han estado bajo la cuidadosa atención de especialistas, quienes han trabajado meticulosamente para combatir los efectos del tiempo y el clima extremo de la región, que causaron decoloración, rigidez, resequedad y debilitamiento de las fibras textiles.
El proceso de restauración incluye la reintegración de partes faltantes mediante la colocación de injertos de gabardina de algodón teñidos a tono, así como un proceso de reintegración cromática. para unificar las intervenciones visuales en las prendas. Esta minuciosa labor busca no solo preservar la integridad física del uniforme, sino también su significado histórico y cultural para Quintana Roo y para México.
El objetivo final del proyecto es reunir las tres prendas para su exposición en el Museo de la Ciudad de Chetumal, donde los visitantes podrán apreciar de cerca la riqueza histórica y la dedicación artesanal que encierran estas reliquias.
Esta exposición no solo enriquecerá el acervo cultural del museo, sino que también servirá como una herramienta educativa para las futuras generaciones que deseen profundizar en el conocimiento de su propia historia regional.
La restauradora Buendía Sánchez resalta la importancia de estos esfuerzos como un modo de aportar al rescate de elementos que definen el patrimonio cultural de la región. Además, enfatiza el simbolismo del uniforme en la historia de Quintana Roo que, siendo el último estado mexicano en ser fundado en 1974, ve en estas prendas un fuerte elemento de cohesión social y orgullo regional.
Este proyecto no solo reafirma la importancia de la conservación del patrimonio histórico, sino que también destaca el rol de la restauración como una forma de conectar con nuestro pasado, celebrar nuestra historia y garantizar que las futuras generaciones puedan apreciar y aprender de los legados que nos han precedido.
