Baborigame (México).- En un emotivo acto de devoción y preservación cultural, la comunidad de Baborigame en Chihuahua recibio con júbilo las recién restauradas esculturas devocionales de la parroquia de la Virgen de Guadalupe, gracias al apoyo financiero de la Oficina Federal de Cultura del gobierno suizo y la gestión del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México.
Este proyecto, que incluye la intervención de cinco veneradas tallas, representa no solo un rescate artístico sino también un fortalecimiento de la identidad y la fe locales.
Las esculturas, que nunca habían salido de esta remota comunidad en sus 300 años de historia, incluyen representaciones de la Virgen María, San José, las advocaciones marianas de la Concepción y la Asunción, así como una figura de San Ignacio de Loyola.
La intervención fue posible gracias a una subvención de 12.290 francos suizos (más de 280,000 pesos mexicanos), que permitió su traslado y restauración en el Laboratorio de Conservación de Escultura Policromada del INAH.
Cristina Noguera Reyes, subdirectora de Laboratorios de Conservación, destacó la calidad de las tallas, que probablemente fueron creadas en la Ciudad de México durante la era de la Nueva España y transportadas a través de difíciles caminos montañosos.
Al llegar al laboratorio, las figuras presentaban deterioros significativos, incluyendo daños por hollín, desgaste físico y pérdida de material pictórico, pero no habían sufrido intervenciones previas que comprometieran su estructura original.
El padre Gabriel Parga Terrazas, párroco de la localidad, en su solicitud de fondos resaltó la profunda conexión de los tepehuanes del norte con estas imágenes, que forman un puente espiritual entre la comunidad y sus creencias.
«La comunidad de esta parroquia merece tener unas imágenes que les motiven a seguir confiando en la belleza de un dios que no está atrapado en el templo ni en las imágenes, pero sí en el amor protector de los creyentes», escribió el párroco.
El proceso de restauración no solo ha implicado técnicas avanzadas como la toma de muestras, radiografías y registros fotográficos, sino también un respetuoso acercamiento a la espiritualidad que estas figuras encarnan.
El equipo de restauradoras, integrado por Julissa Romo Hernández, Liliana Alcántar Carreola y Yamel Mares Sotelo, aplicó métodos probados para limpiar y recuperar las capas originales de las esculturas, preservando así su integridad y significado religioso.
Este mes, las imágenes de la Virgen de la Asunción y de la Concepción serán devueltas a la parroquia, junto con una nueva escultura del Niño Jesús, creada por el colaborador Christian Alberto Chávez González, que refleja los rasgos físicos de los niños de Baborigame, como instruyó el párroco.
La devolución de estas obras restauradas no solo ha restaurado su esplendor original, sino que también ha reafirmado el vínculo entre la comunidad de Baborigame y su herencia espiritual y cultural. Como señala Noguera Reyes, sin esta intervención, las obras «corrían el riesgo de perderse para siempre».
Ahora, gracias a este esfuerzo colaborativo, las generaciones presentes y futuras podrán seguir venerando estas imágenes, pilares de su fe y cultura.