Santo Domingo (AFP) – David de los Santos fue detenido tras una discusión en un centro comercial en República Dominicana; tres días después falleció en custodia de las autoridades: el caso ilustra una violencia policial crónica vinculada a la discriminación racial y la pobreza.
La primera versión oficial de la Policía Nacional fue que la víctima tuvo una crisis nerviosa y se golpeó a sí mismo en la celda, pero la autopsia reveló que se trató de un homicidio por trauma craneoencefálico.
«Si tuvieron valor para asesinarlo, que se vistan de valor para responderle al pueblo dominicano qué ha sucedido con el hijo mío», dijo a la AFP el padre de De los Santos, César Ozuna, durante una protesta contra los abusos policiales.
Unos 100 manifestantes se concentraron el martes en la plaza del centro comercial donde fue detenido el 27 de abril este profesor de Educación Física de 24 años por discutir con la dependiente de una tienda. Murió el 30 en un hospital.
La gente vestía negro, encendió velas y mostró carteles pidiendo justicia. Sus familiares denunciaron además que le quemaron los testículos.
La muerte de De los Santos, que trabajaba en un centro de atención de llamadas, fue la tercera a manos de las autoridades desde el 5 de abril.
«Ningún caso de esa naturaleza quedará sin sanción», prometió el presidente de República Dominicana, Luis Abinader, en Twitter.
La Policía Nacional suspendió a los agentes que estaban en servicio en el destacamento en el acomodado barrio de Naco, donde se registró el incidente de violencia policial, y abrió una investigación con colaboración del Ministerio Público.
«Se trata de hechos que causan indignación, dolor y vergüenza», dijo la fiscal general Miriam Germán Brito, cuyo despacho registró 41 muertes a manos de la policía entre enero y octubre de 2021.
«Se avizora un cierto patrón de conducta que no podemos permitir».
«Color y la posición económica» –
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de República Dominicana registró más de 4.000 muertes durante enfrentamientos con la Policía o las fuerzas de seguridad entre 2010 y abril de 2021, aunque la mayoría de los casos no se denuncian por desconfianza en el sistema judicial.
El presidente de la CNDH, Manuel María Mercedes, asegura que «la situación del color y la posición económica influye mucho» en estos casos de violencia policial: 24% de la población es pobre.
«El hecho de usted provenir de una familia pobre, de escasos recursos económicos, es suficiente para determinar el trato que se da en este tipo de casos», dijo a la AFP. «Si David hubiera sido hijo de una persona adinerada (…), su familia no lo estuviera llorando».
Dos semanas antes de la muerte de De los Santos, José Gregorio Custodio, de 38 años, falleció el 18 de abril a manos de las fuerzas del orden en San José de Ocoa (sur). Un video difundido en la prensa nacional mostró el momento en que agentes policiales lo sacaron de un centro de salud de donde trató de escapar de la custodia. Lo lanzaron al pavimento y lo patearon sin parar.
La Policía dijo que Custodio fue llevado al hospital tras presentar dificultades de salud y que murió al regresar a la celda. Sus familiares denunciaron que lo torturaron.
El coronel a cargo del cuartel fue destituido mientras se investiga el caso.
Sin embargo, el inspector general de la Policía Nacional, Claudio Peguero, aseguró este miércoles que en estos dos casos «no hubo exceso». «Ningún miembro agredió físicamente, golpeó físicamente a ninguna de estas dos personas».
El 5 de abril murió Richard Báez, 30, de un trauma contuso craneoencefálico en un hospital tras ser detenido ocho días antes en la ciudad de Santiago (norte).
En octubre, Abinader destituyó al director de la Policía Nacional y ordenó una reforma de la institución. El presidente tomó la decisión tras el asesinato de una pareja de pastores evangélicos, que recibieron más de 20 balazos por una «confusión» de los agentes policiales el 30 de marzo de 2021, y la muerte de Leslie Rosado el 2 de octubre pasado, perseguida por un agente policial a quien supuestamente chocó con su auto.
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