Xalapa (México).- En un mundo donde el pasado y el presente se encuentran, la figura de Leopoldo Batres Huerta resurge con vigor a través de la exposición «Andanzas y reflexiones, Leopoldo Batres (1852-1926)», inaugurada recientemente en el Museo de Antropología de Xalapa (MAX).
Esta muestra es un viaje a través del tiempo que destaca los logros y desafíos de uno de los pioneros de la arqueología mexicana moderna.
Según Eduardo Matos Moctezuma, investigador emérito del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), aunque Batres cometió errores, sus aciertos fueron significativos para su época.
La exhibición se enriquece con fotografías y documentos que la familia Pruneda Batres ha preservado durante casi un siglo, ofreciendo una ventana a la vida y obra de Batres, quien no solo fue un arqueólogo sino también un personaje polifacético cuya vida se entrelaza con la historia de México.
Elvira Pruneda Gallegos, curadora de la exhibición y bisnieta de Batres, ha llevado esta exposición por diversos museos de la red del INAH desde 1999. «Los archivos de piedra» fue el primer título bajo el cual se presentó esta muestra en el Museo Regional Cuauhnáhuac.
Desde entonces, ha evolucionado significativamente, incorporando nuevos elementos que Pruneda descubrió entre los recortes periodísticos, planos, y artículos personales de su antepasado, añadiendo profundidad a nuestra comprensión de su legado.
La exposición no solo narra la trayectoria profesional de Batres sino que también destaca sus exploraciones en sitios prehispánicos de Veracruz. Desde joven, Batres estuvo vinculado a estas tierras, y sus exploraciones de 1904 y 1908 por las regiones de Orizaba, Maltrata y las riberas del Papaloapan y el Sotavento son testimonio de su dedicación y amor por el patrimonio cultural de México.
En el MAX, los visitantes tendrán la oportunidad de ver imágenes, dibujos y planos históricos de sitios emblemáticos como El Tajín y la Isla de Sacrificios. Además, podrán apreciar una muestra de su análisis en el borrador sobre «La anatomía y fisiología de la expresión», donde Batres describió lo que más tarde se conocería como «caritas sonrientes».
Estos hallazgos, que ahora forman parte de la colección permanente del segundo museo de arqueología más importante del país, reflejan la perspectiva única de Batres y su contribución a la arqueología mexicana.
Su propuesta al presidente Porfirio Díaz de crear el cargo de inspector y conservador de Monumentos Arqueológicos, posición que ocupó durante 26 años, marcó un antes y un después en la conservación del patrimonio en México.
La exposición «Andanzas y reflexiones, Leopoldo Batres» no solo es una revisión de la vida de un arqueólogo notable, sino también una reflexión sobre cómo la historia y la arqueología pueden enseñarnos sobre la persistencia de la memoria y el valor de preservar nuestro pasado.
Como afirma Elvira Pruneda, limpiar lo que representó la labor arqueológica de su bisabuelo ha sido extraordinario.
La exposición estará abierta al público hasta el 5 de junio de 2024, en el Museo de Antropología de Xalapa. Este recuento de la vida y obra de Leopoldo Batres invita a todos a explorar no solo los logros de un hombre, sino el legado de una disciplina que ha dado forma a la comprensión moderna de las civilizaciones antiguas de México.