Cuernavaca (México).- En una fusión impresionante de historia y arte contemporáneo, el Museo Regional de los Pueblos de Morelos (Murepumo), ubicado en el emblemático Palacio de Cortés en Cuernavaca, celebra su 50 aniversario reabriendo sus puertas con la exposición titulada «El caballo se extravió».
Este evento marca la primera apertura al público tras la reciente remodelación del segundo nivel del recinto, un proyecto liderado por la Secretaría de Cultura federal y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) durante el mes de septiembre.
La exposición presenta una colección de 17 piezas elaboradas por 19 artistas, mayormente originarios de Morelos.
El titular del Murepumo, Rodolfo Candelas Castañeda, destacó que la idea de esta intervención artística surgió de la colaboración entre la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones del INAH y la dirección del museo.
El objetivo es crear un vínculo entre las siete salas del recinto, el famoso mural de Diego Rivera y las diversas manifestaciones artísticas que emergen en la región.
Un diálogo entre arte y arqueología
La muestra no solo destaca por su calidad artística, sino también por su enfoque innovador de integración. Las obras se distribuirán estratégicamente entre las colecciones arqueológicas e históricas del museo, creando un diálogo visual que contrasta el arte moderno con artefactos antiguos.
Esta técnica museográfica busca generar un ambiente de reflexión sobre la invasión española y sus consecuencias, tema central del concepto metafórico detrás del nombre de la exposición.
Entre las obras destacadas se encuentra «Danza» de German Venegas, que incorpora elementos de culturas ancestrales como la hindú, la mexica y la maya, creando figuras híbridas que reviven las tradiciones de los escultores prehispánicos.
Por otro lado, Tonatiuh Pellizi presenta «Mensajes acrónicos», unas estructuras de piedra volcánica que recuerdan a los molcajetes tradicionales pero con un diseño contemporáneo.
La voz de la fusión cultural
Otra pieza notable es “Miquiliztli. La voz del nahual” de Cristo Contel, que fusiona la pintura abstracta estadounidense, los grafitis urbanos y los jeroglíficos mayas en una potente metáfora visual de los encuentros culturales. María Antonieta de la Rosa, por su parte, combina lo tradicional con lo moderno en su textil que reproduce el Monumento 9 de Chalcatzingo, parte de la campaña #MiPatrimonioNoSeVende.
La muestra «El caballo se extravió» no solo celebra la historia y el arte, sino que también se convierte en un testimonio de la capacidad de la cultura contemporánea de dialogar con el pasado.
Esta exposición estará abierta hasta el 31 de marzo de 2025, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de explorar la rica intersección de tiempo, arte y memoria en el corazón de Cuernavaca.
La reintegración del arte contemporáneo en espacios cargados de historia no solo rejuvenece la percepción de los museos tradicionales, sino que también refuerza la importancia de estos espacios como centros de aprendizaje y reflexión cultural.
La propuesta de Murepumo establece un precedente en cómo los museos pueden servir como puentes entre épocas, narrativas y comunidades, garantizando así su relevancia en un mundo en constante evolución.