Ciudad de Panamá (AFP) – Los dueños del Trump International Hotel, en Panamá, retiraron este lunes el cartel con el nombre del presidente estadounidense del edificio, en medio de un creciente pleito por la administración del negocio.
«Es una disputa comercial que salió de control, y hoy esa disputa ha sido solucionada por los jueces y las autoridades panameñas», dijo brevemente a periodistas el empresario chipriota Orestes Fintiklis, propietario del Trump Ocean Club International Hotel and Tower.
El lujoso edificio, con forma de vela de navegación ubicado en un sector exclusivo de Ciudad de Panamá, es el primero del magnate en América Latina.
Poco después de las declaraciones de Fintiklis, el rótulo con el nombre de Trump fue removido de la entrada del hotel, a la que acudió este lunes una funcionaria del Órgano Judicial. La responsable abandonó las instalaciones sin dar declaraciones y escoltada por la policía, constató un periodista de AFP.
«Hoy Panamá ha demostrado que tiene instituciones estables, y un marco legal que protege al inversionista», añadió Fintiklis sin entrar en más detalles.
Sin embargo, la organización de Trump negó que haya habido alguna decisión judicial que les haya quitado la organización del hotel y anunció posibles demandas.
«Que quede absolutamente claro que a la fecha de hoy no se ha decidido absolutamente nada por ningún tribunal de justicia, ya sea ordinario o de arbitraje, donde se haya puesto fin a nuestro contrato de administración del Hotel», dice la compañía Trump en un comunicado fechado en Panamá.
La nota añade que la decisión final sobre la administración final del inmueble será decidida por un tribunal internacional bajo la supervisión de la Cámara Internacional de Comercio.
Trump Hotels manifestó que está «totalmente convencido» de que «deberá ser indemnizado por daños y perjuicios, costas y otros gastos producto de las acciones tomadas el día de hoy» (lunes).
El Ministerio de Comercio e Industrias de Panamá, tras ser consultado por AFP, indicó que el caso no es de su «competencia» ya que se trata de una «disputa entre dos privados» y recordó que la fiscalía panameña investiga los hechos.
– «Lucha de poder» –
Bajo un sol sofocante, algunos turistas aprovecharon para hacerse fotos en el pequeño muro donde se encontraban las letras en mayúscula con el apellido Trump, y donde queda la inscripción: «Ocean Club International Hotel & Tower».
«Esta es como cualquier otra lucha de poder. La pelea es entre los de arriba», dijo a la AFP uno de los trabajadores del hotel bajo condición de anonimato, mientras otro compañero señaló: «Los trabajadores no hemos sentido mayor cambio, esto no va con nosotros».
La torre de 72 pisos y más de mil habitaciones incluye un lujoso hotel, apartamentos, un casino, tiendas, spa y una pequeña playa privada.
El inmueble fue inaugurado en 2011 por el propio Donald Trump y el entonces presidente panameño Ricardo Martinelli, actualmente detenido en Miami.
El hotel y la mayoría de los apartamentos fueron vendidos el año pasado a Fintiklis, gerente de la compañía Ithaca Capital Partners, con sede en Miami.
Como parte del acuerdo de venta, la administración del hotel seguiría en manos del equipo de Trump, pero tras varias desavenencias que han terminado en los tribunales estadounidenses, Fintiklis ha tratado de sustituir a la organización de Trump del control del edificio.
– Tácticas mafiosas –
Trump Hotels acusó la pasada semana a Fintiklis, de «fraude» y de utilizar «tácticas del estilo de la mafia» para expulsar a los actuales administradores.
Recientemente la compañía Trump consideró «ilegal» que Fintiklis le quiera quitar la administración del hotel. Es una «violación flagrante de los compromisos que había hecho», argumentó la compañía en un comunicado.
Últimamente se han producido enfrentamientos físicos entre el personal de la administración del hotel con el nuevo propietario y su equipo.
El pasado 26 de febrero la fiscalía panameña anunció que había iniciado una investigación por posible «usurpación» del hotel, tras una denuncia realizada por Fintiklis, quien manifestó que la administración Trump no le dejaba entrar a su propiedad.
Aunque la Trump Organization pertenece al presidente estadounidense, éste cedió el control todas sus empresas a sus dos hijos varones poco antes de llegar a la Casa Blanca.
Con 284 metros de altura, y un costo de 430 millones de dólares, la Torre Trump fue presentada durante su inauguración como el edificio más alto de América Latina.
Entonces se informó que la tarifa más barata de sus habitaciones era de 300 dólares la noche, mientras que el precio de los apartamentos oscilaba entre 250.000 y un millón de dólares.