Durante un trabajo voluntario de verano enseñando fotografía a un grupo de muchachas en Los Ángeles, Eric Ibarra se dio cuenta que ese arte podría ayudarles a prepararse para su futuro.
“Fue algo muy interesante y muy cautivador para ellas, por lo que decidí dedicarle más energía y convertirlo en un proyecto más grande”, dijo Ibarra. Fue el inicio de la organización sin fines de lucro al que llamó Las Fotos Project.
El programa comenzó en el verano del 2010 y la idea original de Ibarra fue extenderla a otras áreas de Los Ángeles. Actualmente ofrece clases de fotografía a jóvenes de 11 a 18 años de diferentes escuelas secundarias y preparatorias del área de Los Ángeles durante un semestre.
De acuerdo con Ibarra, unas 225 jóvenes participan en el proyecto anualmente y las estudiantes pueden solicitar su reingreso cada vez que culmina el periodo de 12 semanas. Alrededor de un 60 por ciento de los estudiantes siempre regresan para el siguiente semestre.
“Las animamos a explorar diferentes programas para que aprendan como la fotografía puede usarse para diferentes cosas”, dijo Ibarra. “Las animamos a que vean que otras opciones hay disponibles”.
Diferentes programas para explorar el arte fotográfico
Laura González, directora de programas en el proyecto, destacó que durante el semestre, se ofrecen varios programas como Esa Soy Yo, Promotoras Digitales, y Sin Límites.
El objetivo del proyecto en general es fomentar el pensamiento crítico, el desarrollo de destrezas de liderazgo y la creación de un cambio social. Cada clase se reúne una vez por semana durante dos horas.
Esa Soy Yo se enfoca en la expresión e identidad de las jóvenes y el trabajo fotográfico se relaciona con ellas o la vida en su comunidad. En el programa Sin Límites, los estudiantes utilizan la meditación y la fotografía para enfrentar la depresión y la ansiedad.
Joven comparte su experiencia de inmigrante con la fotografía
Promotoras Digitales es un programa de fotoperiodismo y defensa, en donde las estudiantes escogen un tema y lo desarrollan durante todo el semestre. La salud mental es uno de los tópicos que han sido escogidos por las adolescentes.
“Vamos a donde están los estudiantes y les enseñamos en su propia comunidad”, dijo Ibarra. Las estudiantes reciben las clases en sus escuelas, organizaciones sin fines de lucro o bibliotecas que trabajan en colaboración con Las Fotos Project. Al final de cada semestre realizan una exposición, que generalmente se realiza en la sede de Self Help Graphics & Arts, en Boyle Heights.
Un arte al alcance de todas
Pero no solo las jóvenes de Los Ángeles participan en estos programas sino que también aceptan estudiantes que viven fuera de California o en otros países.
El programa Intercambio ofrece a las adolescentes de otros lugares la oportunidad de mostrar sus trabajos a las jóvenes angelinas a través de la plataforma en línea, Las Fotos Project Exchange.
“De esa manera, ellas pueden ver lo que es vivir en otras comunidades de diferentes partes del mundo”, dijo Ibarra. “También les ayuda a construir relaciones con jóvenes a quienes pueden conocer o invitar a Los Ángeles algún día”.
Hasta ahora han participado jóvenes de Tijuana (México), Dallas (Texas) y Venezuela, quienes trabajan con mentores en sus lugares de origen y exponen sus trabajos en la plataforma.
Este programa también les abre las puertas a un campamento de fotografía que se realiza en Vermont cada verano.
Un programa en favor de la comunidad
El programa cuenta actualmente con 10 artistas de la fotografía y 50 mentores que imparten clases a un promedio de 127 estudiantes durante un semestre. La organización les proporciona a las jóvenes los materiales para sus clases.
Para lograr sus objetivos, dependen de subvenciones, patrocinadores y las donaciones de las autoridades del condado. También aceptan donaciones de cualquier persona que desee colaborar con ellos.
“Animamos a la gente a que invierta en nuestra organización, Las Fotos Project, en donde trabajamos para formar la siguiente generación de artistas”, dijo Ibarra.
“Cuando alguien invierte en una pequeña organización gráfica como la nuestra, puede lograr un gran impacto. Cambia las comunidades y las vidas, no solo de las jóvenes, sino de las familias y de quienes participan en la organización”, añadió.