México (AFP) – Una marea humana de decenas de miles de personas colmó este domingo calles céntricas de Ciudad de México en rechazo a una propuesta del presidente izquierdista Andrés Manuel López Obrador para reformar el Instituto Nacional Electoral (INE), en una de las mayores manifestaciones ciudadanas en años recientes.
Bajo el lema «El INE no se toca», grandes contingentes de manifestantes se reunieron en el céntrico Paseo de la Reforma para rechazar la iniciativa que, consideran, amenaza la autonomía e independencia del árbitro electoral.
«¡A eso vine, a defender al INE!», fue el grito principal de los asistentes que vestían prendas rosa, color que identifica al Instituto Nacional Electoral.
Según el presidente López Obrador, la entidad electoral avaló fraudes en las elecciones presidenciales de 2006 y 2012, donde el entonces candidato fue derrotado.
«Estamos aquí reunidos con un solo objetivo claro y trascendente: defender el sistema electoral que varias generaciones de mexicanos construyeron», dijo José Woldenberg, expresidente de la autoridad electoral ante la multitud que se congregó en la amplia explanada del Monumento a la Revolución, punto final del recorrido.
Graciela Aberel, una maestra de inglés que fue acompañada de su esposo, sostuvo que la propuesta del presidente es «muy grave» pues pretende que la organización de las elecciones pase a manos del gobierno, como ocurría en México antes de la fundación del ente autónomo en 1990.
«No soy corrupta» –
«Lo que quiere [López Obrador] es que nuevamente todas las elecciones dependan del gobierno para poder manipularlas a su antojo y poder permanecer en el poder», dijo Aberel, de 53 años, a la AFP.
La próxima elección presidencial está prevista en el 2024, cuando termine el mandato único de seis años del actual presidente elegido en el 2018.
En algunos carteles se leían mensajes como «No soy corrupta, clasista, racista, hipócrita», aludiendo a los adjetivos con los que López Obrador se refirió durante la semana pasada a quienes participarían de la marcha.
Personalidades de la política mexicana también se sumaron a la protesta, como el expresidente Vicente Fox (2000-2006) o el presidente de la cámara de Diputados, Santiago Creel, ambos del conservador Partido Acción Nacional (PAN), duro opositor a López Obrador.
«El problema mayúsculo, el que nos ha traído aquí, el que nos obliga a salir a las calles (…) es que buena parte de lo edificado se quiere destruir desde el gobierno», dijo Woldenberg, entre aplausos.
Por «derecho a elegir» –
Debido a la multitudinaria participación, muchos de los asistentes no pudieron llegar a la explanada donde se realizó el discurso de cierre de la protesta, que ocurre el mismo día en que López Obrador cumple 69 años.
El mandatario celebró su cumpleaños acompañado de su familia en su casa de campo en Palenque, en el sureño estado de Chiapas.
«Esto no es en contra (…) del gobierno de hoy, es en contra de cualquier gobierno que ahorita o en el futuro quiera tomar control de unas elecciones», declaró, por su parte, Francisco Videla, comerciante de 50 años, quien acudió con su familia y algunos amigos.
La reforma plantea, entre otras medidas, que los miembros del Consejo directivo del INE sean elegidos mediante voto popular, así como un recorte al financiamiento que reciben los partidos políticos según las actuales reglas.
La iniciativa también propone reducir el número de diputados federales de 500 a 300, mientras que el de senadores pasaría de los 128 actuales a solo 96.
«Creo que debemos de defender lo que nosotros como ciudadanos tenemos derecho, como elegir» a nuestros gobernantes, dijo María José Herrera, una estudiante de 19 años quien también acudió con su familia.