Quito (AFP) – Con pañuelos verdes y cantos, un centenar de feministas se manifestó este martes frente al Congreso de Ecuador en apoyo a la despenalización del aborto en casos de violación, que está en debate en el país de mayoría católica.
«A los asambleístas les quedan dos caminos, estar con las mujeres o ser sus asesinos», cantaban activistas en la sede del Legislativo, en el centro de Quito.
Varias manifestantes ingresaron a la Asamblea Nacional para escuchar desde la tribuna el primero de los dos debates que sostendrán los asambleístas sobre las reformas legales, que también incluyen la despenalización del aborto en caso de incesto, estupro, inseminación no consentida y grave malformación del feto.
Otras 15 personas que lucían un pañuelo celeste -que identifica a los grupos que rechazan el aborto- también entraron al Congreso, sin que se hayan registrado enfrentamientos. No hay un plazo para que la Asamblea Nacional convoque al segundo debate.
«Lograr la despenalización del aborto en caso de violación es un avance fundamental en materia de los derechos de las mujeres porque va a permitir que las mujeres víctimas de violencia sexual puedan tener la posibilidad de decidir sobre su vida reproductiva», dijo a la AFP Ana Vera, abogada de la organización Surkuna, dedicada a la promoción de derechos de las mujeres.
La legislación ecuatoriana solamente permite el aborto cuando el embarazo implica un riesgo para la vida de la madre o cuando ha sido producto de una violación a una mujer con discapacidad mental.
Vera sostiene que cada año aproximadamente 2.500 menores de 14 años dan a luz en Ecuador y que esos embarazos son producto de violencia sexual, pues según la legislación ecuatoriana toda relación íntima con menores de 14 años es considerada una violación.
Del otro lado, las organizaciones llamadas profamilia plantean como respuesta a estos embarazos educación sexual y la entrega en adopción de bebés y atención para las víctimas de violencia sexual.
«Hay soluciones. No estoy en contra de las víctimas (de violación) porque no quisiera que algo así le pasara a una de mis hijas, pero sí hay soluciones como implantar educación sexual en los hogares y crear casas de acogida como alternativa para atender en lo sicológico y espiritual», comentó a la AFP Miriam Pazmiño, de la Federación de la Mujer, el Niño y la Familia.
El grupo antiaborto portaba carteles en los que se leían las leyendas «Tu madre dijo sí, por eso estás aquí» y «No reemplacemos un crimen con otro crimen».
En su intervención este martes la defensora del pueblo, Gina Benavides, llamó a los asambleístas a tratar la discusión alrededor del aborto como un tema de derechos humanos y a no legislar desde las convicciones personales.
«Ustedes tienen una deuda con el país. (Ha pasado) más de un siglo en que este país no ha reconocido el derecho de las mujeres a decidir», expresó Benavides en el pleno del Congreso.