Santander de Quilichao (Colombia) (AFP) – Miles de indígenas bloquean por segundo día el paso vehicular de Colombia a Ecuador, por la vía Panamericana, en el marco de una nutrida protesta contra el gobierno que ha desatado choques y una «grave» represión policial, según dijeron el jueves líderes de la movilización.
Las comunidades originarias de tres departamentos del suroeste de Colombia salieron a la carretera para denunciar el incumplimiento de acuerdos pactados antes de la llegada de Iván Duque al poder en agosto de 2018, y que entre otras cosas prevén adjudicación de tierras y su derecho a ser consultados respecto a proyectos mineros en sus territorios.
Los indígenas también protestan contra la violencia en sus zonas, donde han sido asesinados varios líderes, y exigen el cumplimiento de compromisos derivados del acuerdo de paz de 2016, que condujo al desarme de la exguerrilla FARC y su transformación en partido.
– Troncos y piedras –
Los manifestantes atravesaron troncos y piedras en varios tramos de la Carretera Panamericana, que impiden el tráfico de vehículos hacia Ecuador.
Las personas que logran esquivar la protesta deben caminar por los márgenes de la vía, mientras la policía desplegó su fuerza antidisturbios, según un reportero de la AFP en el lugar.
El miércoles «hubo una arremetida contra los líderes indígenas», denunció el jueves Edwin Guetio, de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, en declaraciones a la AFP.
Según su versión, los policías emplearon gases lacrimógenos y hay 17 heridos, algunos de gravedad.
Varios de ellos están lesionados aparentemente por arma de fuego, agregó, aunque ninguna autoridad se ha pronunciado sobre la denuncia.
El ministro de Defensa, Guillermo Botero, se limitó a decir que la fuerza pública ha dado prioridad al diálogo para que se levanten los dos taponamientos que persisten en la vía.
«Estamos más en el diálogo social que en actos de fuerza», aseguró a periodistas este jueves.
Los bloqueos y protestas en la Panamericana se han tornado frecuentes en los últimos años. Los indígenas, que representan al menos el 3,4% de los 42 millones de colombianos, se han organizado para exigir derechos y denunciar crímenes y atropellos.
– Muerte de activistas –
La Defensoría del Pueblo (Ombudsman) ha denunciado la muerte de 462 líderes sociales y activistas de derechos humanos, entre ellos indígenas, como parte de una violencia selectiva que se agudizó desde la firma de la paz con los rebeldes marxistas.
Los datos del organismo corresponden a enero de 2016 a febrero de este año.
La Alta Comisionada de la ONU para Derechos Humanos, en tanto, reportó 113 asesinatos de activistas en 2018 en el país sudamericano. El 27% de las víctimas era indígena.
Según Naciones Unidas, detrás de los crímenes están grupos guerrilleros o de origen paramilitar, y en menor medida la fuerza pública.
Entretanto, los líderes de la protesta exigen hablar directamente con el presidente Iván Duque, pero el gobierno, a través de la ministra del Interior, Nancy Gutiérrez, exige el levantamiento de la protesta como condición para entablar un diálogo.