Lima (AFP) – El presidente peruano, Martín Vizcarra, pidió el viernes un voto de confianza al Congreso para modificar las reglas de designación de los magistrados del Tribunal Constitucional con el fin de impedir que sea copado por la oposición.
«Mi gobierno ha decidido plantear cuestión de confianza al Congreso de la República para cambiar las reglas de la elección del Tribunal Constitucional», declaró Vizcarra en un mensaje al país por televisión.
Este anuncio implica un gran desafío para los opositores que controlan el Congreso peruano, pues si rechazan el voto de confianza ligado a la reforma del tribunal, Vizcarra quedará constitucionalmente habilitado para disolver el Parlamento y convocar a nuevos comicios legislativos, sin que ellos puedan optar a la reelección.
«Los peruanos no debemos permitir la vuelta al pasado, a ese pasado vergonzoso (de la década de 1990 bajo el presidente Alberto Fujimori), donde las repartijas y los acuerdos bajo la mesa eran práctica común para copar las instituciones», expresó Vizcarra.
Afirmó que la oposición busca «tomar el control del Tribunal Constitucional» debido a que tiene programado elegir el lunes a los nuevos magistrados entre una lista de candidatos escogidos por legisladores opositores.
«El Congreso debe recapacitar y debe frenar un procedimiento extrañamente acelerado”, dijo el primer ministro, Salvador del Solar, al entregar personalmente al parlamento el pedido del voto de confianza unas horas después.
Vizcarra dio este paso un día después de que el Congreso archivara su proyecto de adelantar las elecciones para abril de 2020, lo que habría recortado un año su mandato y el del Legislativo. La propuesta era apoyada por el 75% de los peruanos, según sondeos.
El mandatario propuso recortar los mandatos ante la dificultad para gobernar frente a un todopoderoso Congreso dominado por el «fujiaprismo», la alianza de facto entre los partidos de Keiko Fujimori y del difunto presidente Alan García, del Apra, quien se suicidó en abril.
– Apoyo de Kenji –
El Tribunal Constitucional (TC) está encargado de interpretar la Carta Magna y funciona como última instancia judicial en recursos de amparo, como el presentado para que Keiko Fujimori recupere su libertad.
La opositora está en prisión preventiva desde hace 11 meses por el escándalo de las dádivas de la constructora brasileña Odebrecht y el fallo sobre su recurso será anunciado por el TC en los próximos días.
«La forma en la que se viene manejando la selección de los integrantes del TC afecta los estándares internacionales y principios esenciales del ordenamiento democrático», escribió el jurista peruano Diego García-Sayán, expresidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en una columna del diario La República.
«Se debe postergar la elección del TC», tuiteó por su parte el suspendido legislador Kenji Fujimori, quien está enemistado con su hermana mayor.
El parlamentario de centroderecha Yonhy Lescano también apoyó a Vizcarra: «Perú está en riesgo de ser asaltado por mafias. Hay que evitar que el fujiaprismo, sus satélites y sus topos tomen el Tribunal Constitucional».
– Tres años de choque –
Vizcarra cosechó también críticas: «El gobierno no nombra al TC, entonces ¿qué cuestión de confianza puede plantear? Ninguna», dijo el parlamentario Víctor García Belaúnde, del partido de Lescano.
Perú está sumido en un choque de poderes desde que el banquero Pedro Pablo Kuczynski venció ajustadamente a la populista Keiko en los comicios de 2016.
Aunque perdió la presidencia, el partido de la primogénita de Alberto Fujimori ganó una abrumadora mayoría en el Congreso con la que mantuvo contra las cuerdas a Kuczynski hasta forzarlo a dimitir en marzo de 2018.
Fue sustituido por Vizcarra, su primer vicepresidente. Éste carece de partido y bancada parlamentaria, pero a diferencia de su antecesor se ha enfrentado con energía al Congreso, que se ha visto forzado a darle dos votos de confianza a su gobierno, en septiembre de 2018 y en mayo pasado.
Vizcarra tiene niveles récord de popularidad (57% actualmente), según sondeos.