Sao Paulo (AFP) – El presidente brasileño Michel Temer dijo este miércoles que llamará a Donald Trump para discutir sobre su anuncio de imponer altos aranceles a las importaciones de acero y aluminio en Estados Unidos, una medida que podría perjudicar enormemente al gigante latinoamericano.
«Muy próximamente llamaré el presidente Trump porque verifico, incluso, las sugerencias de que él apreciaría recibir llamadas de los países que fueron objeto de ese aumento bastante grande de las tasas», manifestó Temer en la inauguración del Foro Económico Mundial latinoamericano en Sao Paulo, anticipando que Brasil está articulándose con otros países para tomar eventuales medidas ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).
«Si no hay una solución amigable muy rápida, formularemos una presentación en OMC, no unilateralmente, sino con todos los países que fueron perjudicados por esta medida», precisó el presidente brasileño, que esta semana se reunió con el director del organismo, Roberto Azevedo.
Hay una «gran preocupación» en Brasil por este anuncio y «es importante solucionar este tema en brevísimo tiempo», remarcó Temer.
Trump anunció la semana pasada la adopción de aranceles de 25% a las importaciones de acero y de 10% a las de aluminio, exceptuando inicialmente a los productos de Canadá y México, miembros junto a Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TLCAN)
La iniciativa generó una ola mundial de críticas y advertencias sobre el riesgo de una guerra comercial de consecuencias imprevisibles.
En Brasil la medida preocupa extremadamente porque la potencia norteamericana es el principal destino de sus exportaciones de acero, acaparando 32,9% de las compras en 2017, según datos del Ministerio de Industria y Comercio Exterior.
Además, el acero que importa Estados Unidos -primer comprador mundial del metal- procede principalmente de Canadá (15,6%), seguido de Brasil (9,1%), Corea del Sur (8,3%) y México, según datos del Departamento de Comercio estadounidense expresados en valores.
«Nosotros aquí somos contrarios a cualquier tipo de proteccionismo. Estamos a favor de la apertura plena de nuestros mercados y queremos también esta apertura plena de los mercados hacia Brasil», manifestó Temer.
El presidente brasileño dijo que su gobierno está fomentando el diálogo entre empresas exportadoras brasileñas e importadoras estadounidenses para «intentar modificar» el acuerdo en el Congreso norteamericano y advirtió que esa medida podría hacer que las empresas estadounidenses pierdan «miles y miles» de empleos.
Esto, porque cerca del 80% de las exportaciones brasileñas de acero son de productos semiacabados, utilizados después como insumo por la industria siderúrgica norteamericana.
Brasil es, además, el mayor importador de carbón siderúrgico de Estados Unidos -con un volumen de cerca de 1.000 millones de dólares en 2017- que utiliza principalmente para producir el acero que después le venderá a Washington.