San José (AFP) – La presidenta del partido Ciudadanos por la Libertad (CxL) de Nicaragua, Carmella Rogers, conocida como Kitty Monterrey, escapó a Costa Rica el lunes por temor a engrosar la lista de opositores detenidos por el gobierno de Daniel Ortega.
«Ya nadie está seguro. (Quedarse) no tenía sentido, me iban a llevar presa o me iban a deportar», dijo durante una entrevista en Telenoticias, popular noticiero de Costa Rica, país en donde reapareció este martes después de haber estado escondida por varios días.
A la dirigente de 71 años, de padre estadounidense y madre nicaragüense, le fue anulada la semana pasada su cédula de identidad nicaragüense y, dos días después, le cancelaron su pasaporte como nacional.
«Estoy oculta desde el viernes. Estaba buscando una salida que tuvo que ser paulatina para llegar hasta aquí de manera segura. Fue difícil y estoy cansada, pero aquí estoy», añadió.
Monterrey salió al exilio luego de que su partido CxL quedara inhabilitado el viernes para participar en las elecciones del 7 de noviembre por el tribunal electoral, dominado por el oficialismo, que previamente había aceptado las inscripción de su fórmula presidencial.
Antes, la candidata a vicepresidente, Berenice Quezada, fue inhibida.
La acciones contra CxL y la salida de Monterrey ocurren a tres meses de las elecciones presidenciales y cuando el gobierno ha detenido a 32 opositores, a quienes acusa de traición a la patria.
Entre ellos hay siete posibles rivales de Ortega, quien el 7 de noviembre buscará un cuarto mandato consecutivo.
El exguerrillero de 75 años está en el poder desde 2007, con el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN, izquierda).
Su gobierno ha sido sancionado por Estados Unidos y la Unión Europea, acusado de atentar contra los derechos humanos y por la represión contra sus opositores desde el estallido de manifestaciones en su contra en 2018.
Para Ortega, la oposición está financiada por Washington y busca derrocarlo.
«Nunca voy a dejar de ser nicaragüense, un papel es un papel. Yo voy a seguir luchando por Nicaragua, esto no termina aquí», consideró Monterrey.
En Costa Rica, buscará legalizar su permanencia a través de su segunda nacionalidad, estadounidense. «Pienso quedarme en Costa Rica si es posible. Quiero estar cerca de mi país», agregó.
Monterrey es responsabilizada por opositores de haber impedido la unidad de distintas fuerzas políticas y sociales para enfrentar a Ortega.
«No es que estemos divididos, es que han habido opiniones diversas», alegó Monterrey, quien consideró que CxL es el que mejor estructura tiene respecto de otros partidos.
Pese a conocer que el gobierno «estaba preparando un fraude, debíamos continuar haciendo hasta lo imposible dentro de la vía cívica», consideró la dirigente.