Managua (AFP) – La policía nicaragüense impidió una marcha opositora este sábado en Managua, según organizadores de la manifestación.
Los manifestantes de la marcha opositora, en grupos de unas 100 personas, quedaron atrapados por agentes antimotines en cuatro puntos indicados para concentrarse, desde donde tenían previsto comenzar su manifestación por el sureste de Managua.
Un joven fue herido tras recibir el impacto de un bomba aturdidora en la cabeza y una mujer sufrió un desmayo ante la arremetida policial para impedir que los opositores salieran del estacionamiento del edificio donde se resguardaban, según el reporte de la opositora Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB)
Los manifestantes que llegaron a los puntos de concentración gritaban a los agentes «asesinos», «no tenemos miedo», en tanto cantaron el himno mientras agitaban la bandera de Nicaragua.
Pese al asedio policial, desde tempranas horas del sábado la población llegó a los puntos de reunión para «ejercer su derecho a la protesta», comentó el politólogo Félix Maradiaga, quien se encontraba con otros manifestantes en el estacionamiento de un centro financiero donde fueron asediados.
La policía prohibió las marchas opositoras hace un año y ha acusado a sus organizadores de haber participado en un intento de golpe de Estado contra el presidente Daniel Ortega.
La dirigente de la UNAB Ivania Álvarez manifestó su certeza de que Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, «se van a ir (del poder) porque no hay cómo se sostengan por la fuerza».
Ortega, un exguerrillero de 73 años y 12 en el gobierno, es acusado por sus adversarios de actos de corrupción, nepotismo y de instaurar una dictadura.
-Derechos Humanos condenan-
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dijo a través de sus redes sociales que tuvo conocimiento de que los «manifestantes fueron reprimidos por la Policía Nacional cuando intentaban iniciar su marcha» y «condenó la violencia estatal».
Amnistía Internacional (AI) también se pronunció sobre los sucesos ocurridos durante la marcha y llamó al gobierno a «detener la represión».
La marcha, denominada «Nada esta normal», fue convocada por la UNAB para demandar la puesta en libertad de más de 100 personas, el derecho a la movilización y en memoria del estudiante Matt Romero, muerto a tiros cuando participaba en una protesta hace un año.
La policía puso retenes en las vías de acceso a Managua y requisó banderas y otros para protestar a pasajeros de autobuses y vehículos particulares, uno de los despliegues más grandes desde que en abril del año pasado estallaran las protestas contra Ortega.
Las casas de varios dirigentes de la UNAB fueron rodeadas desde tempranas horas del sábado, denunciaron los afectados en redes sociales.
La oposición no marcha desde hace un año y las últimas convocatorias han tenido escasa participación, aunque la oposición asegura que la resistencia al gobierno continúa.
La oposición ha optado por formas alternativas de hacerse ver, como los piquetes exprés, agitar la bandera de Nicaragua, lanzar globos y pegar calcomanías para evitar ser detenidos. «La resistencia está viva, pero hay una necesidad de recuperar las calles», señaló Álvarez.
Las protestas comenzaron contra una reforma a la seguridad social y derivaron en una demanda a la renuncia de Ortega y Murillo.
Organismos de derechos humanos estiman que la represión dejó 325 muertos, 2.000 heridos y 62.500 exiliados.