Lima (AFP) – Más de 2.000 policías de Perú destruyeron decenas de campamentos y equipos de extracción ilegal de oro, cerca de una reserva natural, en una operación destinada a evitar la deforestación de una región amazónica, fronteriza con Brasil y Bolivia.
«El objetivo era frenar el avance de la minería ilegal. Aquí (los mineros) han estado por años», dijo a la prensa el viceministro del Interior, Rubén Vargas, desde la región Madre Dios (sureste).
«Esta es un actividad igual o más lucrativa que el narcotráfico», acotó Vargas.
Según el Ministerio del Interior, la policía y la fiscalía trabajan en la erradicación de campamentos de minería ilegal asentados en un área de 70.000 km2 de la zona de amortiguamiento de la reserva natural de Tambopata, en el departamento Madre Dios.
El operativo empezó el lunes y finalizará el fin de semana, con la destrucción de equipos e insumos utilizados en los zonas denominadas «La Pampa», «Zorro Valencia», «La Nueva Peña» y «Tres Fronteras».
La policía detuvo a 17 personas y rescató a seis mujeres y dos menores de edad que habrían sido sometidas a explotación sexual en los campamentos. También destruyeron con explosivos dragas y motores que utilizaban los mineros informales.
Perú tiene actualmente más de 62 millones de hectáreas de bosque amazónico, lo que constituye el 48% de su territorio, según estadísticas oficiales.
Las mismas estadísticas precisan que más de 55.000 hectáreas de bosque amazónico han sido devastadas por la minería ilegal en los ríos de Madre de Dios.
La contaminación por mercurio en el proceso para separar el oro ha hecho que 8 de cada 10 pobladores de Puerto Maldonado, capital de Madre de Dios, presenten niveles de mercurio tres veces más altos que lo aceptable para la salud, de acuerdo a estudios de las autoridades sanitarias.