París (AFP) – Más de once años después del accidente de un vuelo que cubría la ruta Río-París, la fiscalía general francesa pidió un juicio contra Air France y Airbus por el accidente en el que murieron 228 personas.
Según indicó el miércoles a la AFP una fuente judicial, la fiscalía general francesa solicitó un juicio por «homicidio involuntario» contra la aerolínea francesa y el constructor europeos por el accidente del vuelo AF447, que se estrelló en el océano Atlántico el 1 de junio de 2009.
Todos los pasajeros y miembros de la tripulación, de 34 nacionalidades, perecieron en este accidente, el más mortífero de la historia de Air France.
«Llevamos más de 11 años esperando contra viento y marea una chispa de sentido común en esta tragedia», declaró a la AFP Danièle Lamy, presidenta de la asociación Entraide et Solidarité AF447, que aplaudió la noticia.
«Finalmente la fiscalía está tomando la medida de las responsabilidades de Airbus y Air France», añadió.
Estas requisiciones van a contracorriente del sobreseimiento pronunciado en agosto de 2019 por los jueces de instrucción encargados de la investigación.
Y van más allá de las formuladas el mismo año por la fiscalía de París, que pedía únicamente un juicio contra la aerolínea.
La Corte de Apelaciones de París decidirá el 4 de marzo si manda o no a la aerolínea y al constructor ante los tribunales, añadió la fuente.
Contactadas por la AFP, las dos empresas se negaron a hacer comentarios.
– Las familias esperan «explicaciones» –
«En esta fase, no se trata de decidir si Airbus o Air France son culpables, sino de las pruebas que justifican un juicio. Es lo único que piden las familias», declaró a la AFP Alain Jakubowicz, uno de los abogados de la asociación Entraide et Solidarité AF447, que reúne a casi todos los familiares de las víctimas francesas.
En su auto de sobreseimiento de agosto de 2019, los magistrados que investigaban las causas del siniestro habían estimado que el accidente se debió a «una combinación de elementos que nunca antes habían ocurrido».
Las investigaciones «no condujeron a la caracterización de un fallo culpable por parte de Airbus o Air France en relación con (…) los errores de los pilotos (…) en el origen del accidente», consideraron.
Las partes civiles habían protestado contra una decisión «absurda y corporativista».
Según los expertos, el elemento que desencadenó el siniestro fue la congelación de los sensores externos, las sondas Pitot, y el suministro de datos erróneas sobre la velocidad, que desorientó a los pilotos durante el cruce nocturno del Atlántico, en cuyas aguas se precipitó la aeronave.
La fiscalía de París, no obstante, estimaba que la compañía aérea había cometido «negligencia» al no haber brindado a sus pilotos suficiente información sobre cómo reaccionar en caso de anomalías en los sensores que controlan la velocidad de los aviones, pese a varios incidentes de ese tipo en los meses previos al siniestro.
Desde el inicio de la investigación, los expertos libran una batalla sobre las responsabilidades en la serie de incidentes que condujeron al accidente. Las partes civiles estiman que ambas compañías, Air France y Airbus, deben responder ante los tribunales.
«Las familias tienen derecho a esperar explicaciones de Airbus y Air France», subrayó Lamy.