Caracas (AFP) – La barriada caraqueña de Petare, la mayor de Venezuela y de población muy pobre, celebró este miércoles 400 años de su fundación con decenas de niños volando cometas de «esperanza».
En el sector El Morro de esta barriada, en cuya cima reposa una gigantesca cruz, padres e hijos armaban o remendaban «papagayos», como se llaman las cometas en este país, con bolsas de plástico, pábilo, varitas de madera y camisetas rasgadas para la cola.
«Venimos a celebrar los 400 años de Petare con esta actividad tan buena que es elevar papagayos, una actividad que ahorita los niños a veces no saben ni siquiera (…) porque se han dedicado a otros juegos de la tecnología, que es lo que nos está inundando hoy en día», dijo a la AFP Carlos Valbuena, un activista de la zona, que llevaba una gorra con la palabra «PETARE» en letras amarillas.
Varios niños, sin embargo, se mostraron expertos en este arte de volar cometas, que se pasean encima de los cerros plagados de casas de ladrillo expuesto y techos de zinc, testimonio de la pobreza de este populoso y humilde sector del este de Caracas donde viven más de un millón de habitantes.
En un día soleado y con buen viento, los niños se divirtieron con payasos y cuentacuentos. Hubo también conciertos, exposiciones artísticas y una misa católica.
«¡Somos Venezolanos orgullosos de ser Petare, y Petare es una ciudad enorme, porque somos hermanos todos!», expresó Katherine Hernández, un ama de casa que asistió con sus hijos a la fiesta.
La actividad fue organizada por la ONG Alimenta la Solidaridad, que tiene comedores populares en esta gigantesca barriada y cuya sede fue allanada el año pasado por las autoridades venezolanas supuestamente por un tema relacionado con su financiamiento, del que no se dieron aún mayores explicaciones.
«El papagayo representa la esperanza, los sueños posibles y queremos que estos niños vuelen papagayos para recordar que todo es posible, que todo es esperanza», indicó Ivonne Velasco, integrante de la ONG.
Varios niños se reunieron desde la semana pasada para armar los primeros papagayos en seis de los comedores de esta ONG, que asegura haber ayudado a más de 25.000 niños y familias con necesidad.
«¡No hay nada más petareño que un papagayo!», dijo Velasco.