Claremont (Estados Unidos) (AFP) – El pequeño Jesús en una jaula, envuelto en una manta de supervivencia y separado de María y José, también tras las rejas: un pesebre de una iglesia protestante en California denuncia las condiciones de detención de muchos inmigrantes en Estados Unidos.
«Los pusimos separados en diferentes cárceles… es como un símbolo de cómo nuestra gente y todos los inmigrantes están en los centros de detención y necesitan más atención», dijo a AFP Genaro Córdoba, cocreador del pesebre y portavoz de la Iglesia Metodista de Claremont, ubicada a unos 50 km al este de Los Ángeles.
«Jesús, José y María, todos migrantes, todos refugiados, no sólo en Estados Unidos sino en todo el mundo, especialmente en Europa, hemos visto cómo sufren, la gente no los quiere y nuestro país es lo mismo», deploró, pasando del español al inglés.
¿Qué pasa si ellos estuvieran en la misma situación? ¿Dejaríamos a Jesús separado de María y José? ¿Y qué el mundo diría sobre eso?», añadió.
El presidente conservador Donald Trump decretó en 2018 una política de «tolerancia cero» con la inmigración ilegal hacia Estados Unidos y ha hecho de la lucha contra la llegada de indocumentados un eje de su gobierno y un mensaje central de su campaña para la reelección.
Esta política incluyó el año pasado la separación de miles de niños de su padres migrantes y tuvo que ser suspendida tras una ola de indignación. Una corte ordenó la reunificación de estas familias, pero según medios estadounidenses, las políticas de separación, continúan.
«En un momento en que llegan familias de refugiados buscando asilo en nuestras fronteras y son separadas contra su voluntad, nos vamos a la familia de refugiados más conocida del mundo: Jesús, María y José, la Sagrada Familia», escribió la pastora de Claremont, Karen Clark Ristine, en Facebook.
– ¿Politización? –
«Poco después del nacimiento de Jesús, José y María se vieron obligados a huir con su niño de Nazaret a Egipto para escapar del rey Herodes, un tirano. Temían la persecución y la muerte», continuó Ristine.
«¿Y si esta familia buscara refugio en nuestro país hoy? Imagínense a José y María separados en la frontera, y a Jesús, de no más de dos años, separado de su madre y colocado en una jaula de un centro de detención de la Patrulla Fronteriza, como a más de 5.500 niños en los últimos tres años».
Miles de personas, muchas exhibiendo su apoyo a Trump, condenaron el pesebre, al que tacharon de «blasfemia» y «estrategia política».
Otra iglesia en Los Ángeles, la Founders Metropolitan Community Church, montó su Natividad con un mensaje muy similar. En ella, el niño Jesús está también en una jaula, que tiene un cartel que dice «en adopción». María y José aparecen igualmente en jaulas separados bajo una flecha que tiene la palabra «Detención» y otra «Deportación».
La Natividad es aprovechada por varias parroquias para abordar temas de actualidad.
Una iglesia en Dedham, Massachusetts, ya había colocado el año pasado a su Jesús en una jaula, despertando críticas de muchos conservadores, incluido el presentador Sean Hannity.
El año anterior lo dedicaron a los tiroteos más mortíferos de la historia reciente de Estados Unidos y ahora en 2019, la St. Susanna Parish, dedicó su pesebre al cambio climático, colocando al niño Dios como flotando en agua, rodeado de botellas de plástico, y acunando un globo terráqueo, mientras que los pastores y los Reyes Magos corren riesgo de ahogarse.
«No creo que lo estamos politizando, sólo estamos pintando un cuadro preciso de cómo es el mundo hoy en día», dijo el padre Steve Josoma, al canal WCVB.