Washington, 23 feb (EFE).- El vicepresidente Mike Pence trató de perfilar al presidente Donald Trump como un nuevo Ronald Reagan para ganarle el favor de la mayor reunión conservadora del país, y pidió a la derecha que se movilice para respaldar los planes de la Casa Blanca de desmontar el «statu quo» en el país.
Pence dio un discurso en la Conferencia anual de Acción Política Conservadora (CPAC), el mayor encuentro de la derecha estadounidense, un día antes de que el propio Trump intervenga ante esa reunión que se celebra estos días a las afueras de Washington.
«Desde el principio, nuestro presidente me recordó a alguien, un hombre que me inspiró a unirme a la causa del conservadurismo hace casi 40 años: el presidente Ronald Reagan», afirmó Pence.
«Creo que el presidente Trump ha dado voz a las aspiraciones y frustraciones del pueblo estadounidense como ningún otro líder desde Reagan», añadió en referencia al presidente que lideró el país entre 1981 y 1989 y que sigue siendo una referencia intachable para los conservadores en Estados Unidos.
Pence trataba así de calentar motores para el discurso de este viernes de Trump, quien el año pasado prefirió hacer campaña en Kansas en lugar de acudir a la reunión de CPAC y, como consecuencia, fue acusado por otros aspirantes presidenciales, como Marco Rubio y Ted Cruz, de no ser lo suficientemente conservador.
«El presidente Trump ha reunido al mejor gabinete conservador que he visto en mi vida», defendió Pence, quien definió al grupo actual de líderes de las agencias gubernamentales como «el equipo A».
El vicepresidente, un exgobernador de Indiana conocido por su fuerte conservadurismo en temas sociales, subrayó que el «éxito del movimiento» de Trump y de la derecha en general dependerá de su capacidad de contrarrestar las acciones del «otro lado», que «cada día amplifica su defensa del fracasado statu quo».
«Ahora más que nunca, como hicimos antes de que este movimiento ganara el Congreso en 2010 y la Casa Blanca en 2016, tenemos que hacer lo que hicimos antes. Tenemos que movilizarnos. Tenemos que avanzar como si fuera el momento más importante en la historia de nuestro movimiento, porque lo es», subrayó Pence.
Pidió, por tanto, que la derecha se «haga oír» en los encuentros populares con legisladores de sus estados, que últimamente se han llenado de protestas contra algunas de las políticas de Trump, además de «en Internet, en las redes sociales» y otros lugares «donde se necesiten desesperadamente mensajes conservadores».
«Desde hoy, para hacer que Estados Unidos sea grande de nuevo, el presidente Trump y yo necesitamos cada pizca de su energía y entusiasmo, de su convicción, su valentía y su pasión. Y si pueden, necesitamos algo más: sus oraciones», dijo Pence a los asistentes.
También aseguró que Trump está luchando para «derogar y reemplazar» la reforma sanitaria aprobada en 2010, conocida popularmente como «Obamacare».
«La pesadilla que ha vivido Estados Unidos con ‘Obamacare’ está a punto de terminar», sentenció Pence, quien prometió sustituirlo por una «mejor ley» que «bajará el coste de los seguros médicos sin ampliar el tamaño del Gobierno» y dará más libertad a los estados.