México (AFP) – Las reformas con las que buscó transformar sectores como la educación y la energía en México son para Enrique Peña Nieto «el logro más trascendental» de su gobierno, según dijo este lunes en su último informe presidencial al país, que lo despide con niveles de aprobación históricamente bajos.
«Las reformas estructurales son, sin duda, el logro más trascendental de esta administración y han sido nuestro aporte más importante al desarrollo del país», dijo Peña Nieto en Palacio Nacional.
El mandatario saliente consideró que las reformas, que incluyeron modificaciones constitucionales y abordaron también empleo, finanzas, impuestos y telecomunicaciones, representaron una «audaz agenda de cambios profundos» y «el eje» de su gobierno.
«Este gobierno no se propuso solo administrar, nos hemos dedicado a transformar a México», agregó, durante un discurso que se extendió por unas dos horas.
Peña Nieto, que entregará el mando el 1° de diciembre al izquierdista Andrés Manuel López Obrador, fue recibido entre aplausos y tímidos gritos de apoyo de algunos simpatizantes, que respondió con sonrisas y gestos de abrazo.
Sin embargo, varias encuestas han calificado a Peña Nieto como el presidente más impopular del país. La firma Mitofsky asegura que su aprobación ha caído sin cesar desde noviembre pasado, ubicándose en 18% a un trimestre de terminar su sexenio.
En gran parte, estos pobres niveles obedecen a los sonados escándalos de corrupción que afectaron a su administración.
– «Rezagos y desafíos» –
Uno de los escándalos, conocido como la Casa Blanca, tocaron al mandatario directamente. El nombre se debió a una investigación periodística que reveló tráfico de influencias con un importante contratista de su gobierno en la compra de una lujosa mansión por parte de su esposa, la primera dama Angélica Rivera.
Peña Nieto, quien reiteradamente ha pedido disculpas por este caso aunque afirma no haber cometido ninguna falta, destacó en su discurso el impulso de su administración al Sistema Nacional Anticorrupción.
«Quienes quebrantan la ley y traicionan la mística del servicio público merecen todo el rigor de la propia ley, así ha actuado el Estado mexicano, sin distinción», dijo Peña Nieto sin mencionar en ningún momento el citado escándalo.
Reconoció también «rezagos y desafíos» que no se lograron superar pese a los esfuerzos realizados.
Admitió que en materia de seguridad pública, el éxito obtenido en un primer momento en reducir la capacidad de grandes organizaciones criminales dio pie al surgimiento de bandas de menor tamaño, cuyo accionar ha producido una escalada de la criminalidad.
«Estoy consciente de que no alcanzamos el objetivo de lograr la paz para los mexicanos en todos los rincones del país (…) se requerirá sin duda de un esfuerzo sostenido por largo tiempo», dijo.
Con más de 28.000 asesinatos, 2017 fue el año más violento para México en las últimas dos décadas. Desde finales de 2006, cuando el gobierno lanzó una ofensiva militar contra el crimen organizado, la cifra supera los 200.000 homicidios.
El imparable derramamiento de sangre, junto con el impacto de la corrupción, atizaron el discurso electoral de López Obrador, quien ganó la elección presidencial del 1° de julio con más del 53% de los votos.
En contraste, el candidato del Partido Revolucionario Institucional de Peña Nieto tuvo uno de sus peores resultados históricos electorales, con un 16% de los votos.
– «Seguir creciendo» –
Entre los logros de su administración, Peña Nieto hizo énfasis en el aspecto económico, al destacar que la combinación de «estabilidad y reformas» ha generado un ambiente propicio para el desarrollo del país.
Indicó que su gobierno deja finanzas públicas sanas, inflación baja, creación de empleos, un nuevo modelo energético, tratados comerciales renegociados y el mayor flujo de inversión extranjera directa en la historia reciente.
Aseguró, además, que esta es la primera vez en cuatro sexenios en que la economía creció sin tropiezos durante toda la administración.
«México ahora está listo para seguir creciendo y desarrollándose en los próximos años (…) este será el punto de partida de la próxima administración», afirmó.
En contraste con su discurso, durante el sexenio de Peña Nieto la economía mexicana, la segunda latinoamericana, no logró remontar un magro crecimiento promedio de 2% anual en el que está encasillada desde hace casi dos décadas, y que el mandatario saliente prometió incrementar con el impulso de las reformas.
Con todo, el presidente destacó que en la recta final de su gestión ha cumplido con el 97% de los compromisos que estableció como candidato en 2012.