Los Ángeles, 10 abr (EFE).- Una caravana compuesta por varios trabajadores y activistas partió hoy desde Sacramento, California, para un recorrido de 22 días que le llevará a varias ciudades del estado y también a Arizona y Texas, para luego regresar a Los Ángeles para adherirse al paro nacional anunciado para el primero de mayo.
La caravana cuenta con el apoyo de más de 230 organizaciones de ambos lados de la frontera que se sumaron a este esfuerzo para denunciar las políticas antiinmigrantes de Trump, según explicó Sandra Díaz, vicepresidente y directora de política estatal del Sindicato Internacional de Trabajadores de Servicios (SEIU), uno de los principales organizadores.
«Estamos aquí para asegurarnos de que Donald Trump nos oiga decir claro y fuerte que ‘no al odio y si al amor, la inclusión y la igualdad'», dijo hoy en rueda de prensa el activista Eliseo Medina, exsecretario-tesorero internacional de SEIU.
En California, la caravana hará una primera parada hoy en Modesto para luego seguir a Oakland, San José, Fresno, Bakersfield, Bernardino, Anaheim y Los Ángeles a dónde tiene programado llegar el 13 de abril.
Luego desde San Diego pasará a visitar varias ciudades de Arizona incluyendo Phoenix y Tucson y de Texas como Austin, Houston, San Juan y Brownsville.
Desde Texas la caravana regresará a Los Ángeles para participar en la marcha convocada para el primero de mayo, Día Internacional de los Trabajadores.
«Todos sabemos que cada inmigrante que viene aquí, viene con una historia huyendo de la violencia o de la persecución política», señaló David Huerta, presidente de SEIU Trabajadores Unidos de Servicios del Oeste (USWW).
Según los organizadores, la caravana busca «defender los derechos de los inmigrantes, mantener las familias unidas, resistir las políticas de inmigración crueles y racistas de Trump y construir un momento en el paro nacional del primero de mayo».
«El movimiento de trabajadores de California está determinado a que no nos dejaremos discriminar por nuestra raza, por nuestro origen o por nuestra religión», dijo hoy Art Pulaski, secretario-tesorero ejecutivo de la Federación del Trabajo de California que representa a 2 millones de trabajadores.
A su vez, Christian Ramírez, de la Coalición de Comunidades de la Frontera Sur (SBCC), aseguró hoy que «a pesar de los ataques que Donald Trump ha lanzado contra nuestra comunidad la gente, el pueblo trabajador va a responder con la lucha».
Richard Pan, senador del Distrito 6 de California, afirmó en su participación que «estamos aquí para defender los derechos de todos en el estado. Somos un país de leyes y un país de derechos y queremos estar seguros que se protegen los derechos de todos aquí en California».
El centenar de personas que se reunió hoy frente al edificio de la Corte Federal en Sacramento, California, sostenían pancartas con lemas que decían «No más sufrimiento», «No a las deportaciones» y «No al muro», entre otras.